La liberalización de más de 8.700 millones de lempiras depositados en el Banco Central de Honduras (BCH), del encaje bancario, no garantiza que los bancos presten dinero o bajen las tasas de interés que permitan reactivar la economía.
Los analistas económicos e incluso empresarios expresas sus dudas ya que consideran que la banca privada no ha dado señales de querer impulsar la reactivación, incluso con la reducción de sus obligaciones de encaje legal y las inversiones obligatorias..
Federico Álvarez, ex presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), estima que es positiva la reducción de 3% del encaje legal en moneda nacional, pero se necesita un esquema diferente para asegurar que lleguen los créditos a la economía
“El asunto es que esa liquidez pueda traducirse en financiamientos a la empresa sobre todo a las MIPYMES para reactivarlas a raíz de esta pandemia y de sus efectos económicos”, se preguntó.
Y es que “hasta ahora lo que hemos visto es que la banca está conservando esa liquidez tal vez para hacerle frente a las dificultades crediticias que puedan experimentar sus clientes y para manejar quizá algunos financiamientos y refinanciamientos en un corto plazo”.
Según datos del BCH el crecimiento del crédito este año ha crecido apenas 1,5%, “5.269 millones de lempiras al 20 de agosto“.
Para Álvarez, la baja del encaje legal “favorece y favorece mucho a la banca, si va a favorecer además al sector productivo eso está por verse, eso hasta ahora no ha funcionado así”.
Aunque hay muchas solicitudes de crédito, opina, lo que pasa es que la banca está sumamente prudente en el otorgamiento de créditos.
“Para ponerlo de alguna manera, algunos bancos incluso están prácticamente cerrados a la consideración de nuevas operaciones de crédito tanto así que incluso para créditos que antes hubiera sido normal conseguir financiamiento como es, por ejemplo, el desarrollo de vivienda, de interés social ahora cuesta mucho”, agregó.
Hay que cuidar dinero del público, CCIT
José Luis Rivera, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), opina que la baja del encaje legal no puede ser usada como medida de presión para que los bancos presten dinero, sino que debe estar unida a una mayor reapertura económica.
Rivera señala que los bancos podrían estar con incertidumbre por los efectos del Covid-19 y la baja reapertura de la economía a la hora de aprobar préstamos.
“Los bancos no pueden prestar dinero porque el gobierno diga que preste, es dinero de los ahorrantes y deben estar seguros que habrá un retorno del capital, pero si la economía está semicerrada no se puede pagar lo acordado”, opina el directivo.
Rivera considera que debe existir solidaridad de la banca, pero cuidando los ahorros, y del Gobierno con la revisión de impuestos “al menos postergar el pago y no enfocarse en medidas monetarias que en este momento no es efectiva”.
“Estoy claro que muchísimos bancos han sido flexibles y siguen siendo flexibles con muchísima gente, en los pagos de tarjetas de crédito. Yo creo que hay bancos ahorita que si decidieran ejercer lo que está escrito en los contratos fueran compañías de bienes raíces y serían los auto lotes más grandes de este país”, declaró.