El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha liberado $88.634 millones a favor de 81 países miembros desde marzo por la pandemia del Covid-19, de los cuáles el 57,4% son de Latinoamérica y el Caribe.
Se trata de 50.875 millones de dólares. Al desagregar los créditos otorgados en función del tipo de instrumento financiero, se observa que la Línea de Crédito Flexible (LCF), que es el instrumento estrella que otorga un respaldo de facto al manejo macroprudencial de la economía, solo se ha otorgado en América Latina y el Caribe.
Los principales apoyos
En estos seis meses de observación, el Directorio del FMI ha otorgado la renovación de la facilidad a Colombia, con una cuenta abierta por $10.800 millones; aprobaron también el acceso de Chile, a suma asegurada por $23.930 millones.
Así como Perú, a quien también le acaban de aprobar el acceso a un monto de $1.000 millones. En el conteo del FMI no identifican a México pues la LCF fue aprobada desde noviembre pasado, mucho antes de la pandemia y es por el monto más alto, de $60.000 millones.
La mayor suma liberada en la modalidad de Instrumento de Financiamiento de Crédito Rápido fue dirigida a un país del Medio Este y Asia Central. Se trata de Egipto, que asciende a $2.772 millones.
Mientras en la modalidad de Rápida Facilidad del Crédito (RFC), el monto más alto fue dirigido hacia el continente africano, específicamente Ghana, recibió $1.000 millones.
Al hacer un acercamiento mayor a la información, se observa que son 20 los países de América Latina y el Caribe que cuentan ya en sus arcas con el apoyo financiero de emergencia desembolsado por el FMI para enfrentar la pandemia de covid-19.
Se trata de Bahamas; Barbados, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Dominica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Granada, Guatemala, Haití, Honduras, Jamaica, Panamá, Paraguay, Perú, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas.
Y uno de ellos, República Dominicana es uno de los países que ha captado los mayores fondos desembolsados hasta ahora y desde el 16 de abril, bajo el Instrumento de Financiamiento Rápido (RFI por su sigla en inglés) para enfrentar la emergencia sanitaria.
Por la estructura de este mecanismo financiero, los recursos deben dirigirse a enfrentar necesidades urgentes de balanza de pagos, lo que tiene por objeto liberar presiones a los gobiernos para que enfoquen sus esfuerzos y recursos propios al pago de gastos esenciales de salud relacionados con la emergencia sanitaria y fortalecer la red de seguridad social.
Analistas del FMI esgrimieron que el organismo ha adaptado sus préstamos para apoyar a los miembros ante la incertidumbre sin precedentes y el grave impacto económico desencadenado por el covid-19.