Este año, las calificaciones de riesgo de país en Centroamérica fueron afectadas por la pandemia, con excepción con Honduras que mantuvo sus notas y su perspectiva para el cierre de 2020.
De acuerdo a los informes de las agencias calificadores: Standard and Poor’s, Fitch y Moody’s, Costa Rica tiene las peores notas de deuda en la región y la perspectiva es Negativa.
Costa Rica y Guatemala con alto riesgo
Costa Rica: Durante 2020, las tres agencias redujeron su calificación de deuda y Moody’s, la primera agencia en degradar su nota, además redujo a Negativa su perspectiva.
Lo anterior como resultado de débiles expectativas de recuperación
económica, y altos costos de endeudamiento. El principal reto del país será mejorar su perfil fiscal y externo.
El Salvador: Moody’s mejoró a inicios de año la perspectiva desde Estable a Positiva, y la ha mantenido vigente durante 2020; por su parte Fitch redujo la perspectiva del país a Negativa durante el segundo trimestre.
Guatemala: Fitch Ratings redujo su calificación, y Moody’s recientemente redujo su perspectiva de Estable a Negativa. Un importante riesgo hacia la baja a los que se enfrenta el país consiste en un desempeño económico peor al esperado que genere índices de deuda más elevados.
Moody’s refiere que Guatemala posee una base de ingresos tributarios de las más bajas de la región, y que a pesar de la recuperación prevista para 2021 en su crecimiento económico, el nivel de déficit fiscal permanecerá elevado.
Nicaragua: Moody’s redujo su calificación desde el primer trimestre de 2020, mientras Fitch redujo en el segundo trimestre su perspectiva a Negativa.
Si bien las dificultades de acceso a financiamiento externo es de los principales riesgos para Nicaragua, a diferencia de los demás países de la región, sus medidas de ajuste del gasto y reformas han ayudado a reducir el déficit fiscal, siendo el único que mantendrá en 2020 un nivel de déficit por debajo de 1% del PIB.
Honduras: Es el único país de la región para el cual las agencias no han efectuado cambios ni en la calificación ni en la perspectiva de la deuda los últimos dos años, la última revisión se realizó en septiembre de 2017.
Para las calificadoras los principales retos del país son: la reducción del crimen y corrupción, aumentar su flexibilidad fiscal, y llevar a cabo políticas que incrementen su PIB per cápita.