El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó la primera y segunda revisión del programa de reforma económica de Costa Rica respaldado por el acuerdo con el FMI en el marco del Servicio Ampliado del FMI (SAF).
La conclusión de estas revisiones posibilita el desembolso de DEG 206,23 millones (aproximadamente $284 millones), con lo cual los desembolsos totales, en el marco el acuerdo, ascienden a DEG 412,57 millones (aproximadamente $569 millones). El Directorio Ejecutivo además aprobó una extensión del acuerdo por cinco meses, hasta el 31 de julio de 2024, y una reprogramación de los desembolsos.
El programa ampliado de tres años de Costa Rica fue aprobado el 1 de marzo de 2021, por la cantidad total de DEG 1.237,49 millones (USD 1.778 millones, o 335 por ciento de la cuota en el FMI en la fecha de aprobación del acuerdo.
“La aprobación de la primera y segunda revisión del programa con el FMI por parte de su Directorio Ejecutivo constituye un reconocimiento y un voto de confianza del órgano máximo de ese organismo al desempeño de nuestra economía y a las políticas macroeconómicas que ha seguido el país”, dijo en un comunicado el presidente del Banco Central, Rodrigo Cubero.
Por su parte, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, señaló que esta aprobación tendrá un efecto positivo en los mercados nacionales e internacionales, lo que se traduce en tasas de interés más favorables, mayores ofertas en las subastas de títulos de Gobierno y mejores precios en los títulos de deuda a nivel internacional.
El compromiso de Costa Rica para recibir los $1.778 millones del FMI es eliminar el déficit primario en 2023 y bajar la deuda al 50 % del PIB en 2035.
Para ello, Costa Rica propuso una serie de iniciativas como la reforma al empleo público, que fue aprobada por el Congreso costarricense este mes y que establece un salario global para el sector público, además de la reducción de pluses salariales.
El acuerdo con el FMI también tiene otros proyectos polémicos como es el caso de un impuesto a las “casas de lujo” y de un impuesto de renta global dual que unifique varios esquemas tributarios.