El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó este martes a los países ricos a gravar las ganancias inesperadas de las empresas de combustibles fósiles y usar ese dinero para ayudar a los países afectados por la crisis climática y a las personas que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y la energía.
Dirigiéndose a los líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU con 193 miembros, el secretario general activista por el clima intensificó sus ataques contra las compañías de petróleo y gas, que han visto explotar sus ganancias en decenas de miles de millones de dólares este año.
“La industria de los combustibles fósiles se está dando un festín con cientos de miles de millones de dólares en subsidios y ganancias inesperadas mientras los presupuestos familiares se reducen y nuestro planeta se quema”, dijo.
“Los que contaminan deben pagar”, agregó.
Si bien Guterres nuevamente presionó a los países desarrollados para que gravaran las ganancias extraordinarias de los combustibles fósiles, esta vez también usó su plataforma para explicar en detalle dónde se debe gastar el dinero.
“Esos fondos deben redirigirse de dos maneras: a los países que sufren pérdidas y daños causados por la crisis climática y a las personas que luchan contra el aumento de los precios de los alimentos y la energía”, dijo en la reunión anual de líderes mundiales en Nueva York.
Gran Bretaña aprobó un impuesto sobre las ganancias extraordinarias de 25% a los productores de petróleo y gas en el Mar del Norte, mientras que la Unión Europea planea recaudar más de 140.000 millones de euros para proteger a los consumidores del aumento de los precios de la energía gravando las ganancias inesperadas de las compañías petroleras y los generadores eléctricos. Los legisladores demócratas de EE UU han discutido una idea similar, aunque enfrenta grandes probabilidades en un congreso dividido.
Si bien estos planes se enfocan en redirigir las ganancias inesperadas a los consumidores nacionales, el secretario general abogó por un impuesto que estaría dirigido a los países más vulnerables al clima del mundo, que han estado adoptando la idea.
También dijo que los bancos multilaterales de desarrollo “deben intensificar y cumplir” y que ayudar a los países pobres a adaptarse al empeoramiento de los impactos climáticos “debe representar la mitad de todo el financiamiento climático”.