Dos décadas después de la condonación de más del 60% de la deuda externa, Honduras retoma el camino del endeudamiento con pocos resultados en la mejora de su población.
La deuda pública (externa e interna) representa hoy el 48% de valor de la producción nacional de bienes y servicios (PIB).
El caso hondureño es analizado, junto a 10 países latinoamericanos, en el informe: “El Retorno de la Deuda”, realizado por la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (Latindadd).
Los economistas, Patricia Miranda y Rodolfo Bejarano, concluyen que Honduras muestra muy pocos avances después de la condonación, ya que duplicó su mora y muestra indicadores similares a los del 2008.
Una economía de ingreso medio bajo, ritmo de crecimiento económico ha sido volátil y cercana al crecimiento poblacional.
La tasa de pobreza es de la más altas de la región latinoamericana, al igual que la tasa de subempleo invisible, niveles altos de emigración al exterior, y la mayor dependencia de remesas familiares de la región.
Las cifras no engañan
El Huracán Mitch en el año 1998 provocó grandes daños a la economía nacional, propiciando que la deuda pública de Honduras se disparara, llegando el 2004 a $5.600 millones.
Un año después Honduras fue incluida en la Iniciativa de los Países Pobres Muy Endeudados (HIPC) y posteriormente de la Iniciativa de Alivio de Deuda Multilateral (MDRI), totalizando ambos un monto de condonación aproximado de $3.827 millones.
“Después de las condonaciones, la deuda pública externa comienza a subir de nuevo llegando a $6.780 millones en 2017 (30% del PIB), destinando el 51% a desarrollo social, 33% a educación y 16% a seguridad”, señalan los economistas de Latindadd.
La deuda interna, agregan, se redujo el 2017 de 35% del PIB a 18%, por pago de deuda, llegando en suma a tener una deuda pública del 48% del PIB.
¿En qué se falló?
Para Patricia Miranda y Rodolfo Bejarano, la globalización a inicios de los 90 incidió fuertemente en la economía de Honduras, con la desregulación de ciertos sectores económicos.
“La liberalización monetaria, privatizaciones, un alto déficit fiscal, una mayor flexibilidad cambiaria, resultando en un conjunto de problemas estructurales tanto económicos como sociales que actualmente imperan en
el país”, señalan.
Surgen también problemas de balanza de pagos y, por consiguiente, el saldo de la deuda pública del país empieza a aumentar acompañada de políticas fiscales más regresivas.
“Los fondos de la condonación pasaron a convertirse en deuda pública interna del país (obligación de pago) para financiar la Estrategia de Reducción de la Pobreza (ERP)”.
“En los últimos 10 años, se han creado bonos sociales condicionados financiados con préstamos externos”.
Adicionalmente, existen compromisos de $1.637 millones por deuda flotante y por destinar el alivio de la deuda externa hacia la ERP ($139 millones el 2017, y cifras similares hasta el 2040) que de no pagarse incorpora multas por parte de los acreedores.
Esta problemática genera una serie de riesgos para el país y la necesidad de acciones inmediatas para retirarse del camino del endeudamiento.