La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) actualizó sus proyecciones de crecimiento para 2023 en las que evidenció una leve caída de la expectativa para Latinoamérica y el Caribe de un 1,3%, que había anunciado en diciembre del año pasado, a un 1,2%.
En el caso de Honduras revisó la cifra al alza de 2,7% en las proyecciones de diciembre a 3% en el informe actual. La cifra es menor a la meta del Programa Monetaria 2023-2024, que proyecta un aumento entre el 3,5% y 4% para este año.
Para 2023, la CEPAL estima que en diciembre, que el PIB de Honduras crecerá un 2,7%, como resultado de las “menores perspectivas de crecimiento de los principales socios comerciales y un menor flujo de remesas. El déficit fiscal superará el 4% del PIB debido al aumento del gasto público en infraestructura”.
Además que el déficit en cuenta corriente se ubicará en torno al 2,8%, por un menor crecimiento de las importaciones, en
especial por la reducción del precio de los combustibles. La inflación se ubicará en alrededor del 5,6%, dado que se esperan menores incrementos de los precios de los alimentos, las materias primas y los combustibles, pero aún se encontraría fuera del rango meta establecido por el BCH (4% con 1 punto porcentual de tolerancia en ambos sentidos).
En la nueva revisión, la Cepal es más optimista en 0,3%.
Por otra parte, la proyección para Centroamérica mejoró de 3% a 3,1%, mientras se revisaron a la baja las proyecciones para varias economías de la región, en especial de Suramérica.
Dentro de las economías de América del Sur, de 10 naciones, seis sufrieron disminuciones en la proyección de crecimiento y las de mayor ajuste fueron Argentina, Uruguay y Bolivia, que vieron una rebaja de 3 pps y 0,9 pps. Dentro de este grupo también está Colombia, que pasó de una proyección de crecimiento de su PIB de 1,5% a 1,2% (rebaja de 0,3 puntos).
Los altos registros inflacionarios son el principal factor para la reducción de las proyecciones de la Cepal.
Específicamente sobre América del Sur, la Cepal agregó que se verá afectada por la baja en los “precios de algunos productos básicos y por las restricciones en política doméstica para apuntalar la actividad a causa de la alta inflación, que ha impactado los ingresos reales y está teniendo efectos sobre el consumo privado y la inversión”.
En el caso de América Central se vio una leve mejora de 0,1 pps desde 3% a 3,1% y al incluir México, la proyección es de 2% (la anterior era de 1,6%). También en las cifras (ver gráfico) se evidencia que la mejor proyección la tiene El Caribe que pasó de 3,3% a 9,1% para cierre de 2023.
En América Central, si bien el crecimiento representa una desaceleración frente a 2022, el alza frente a la proyección de diciembre se debe a la revisión al alza del crecimiento de Estados Unidos, que afectaría tanto al sector externo como al consumo privado. “Además, los menores precios de la energía previstos para este año en comparación con 2022 actuarían a favor, dado que varias de ellas son importadoras netas de energéticos”, concluyen en el informe.
Los riesgos para el crecimiento
La entidad en su documento también señaló que se debe estar pendiente a ciertos riesgos que modificarían a la baja las proyecciones de 2023. Entre estos se encuentra la posibilidad de que “resurjan y se acentúen las turbulencias del sistema bancario global o del sistema financiero en su conjunto”, que se atenuaron con las movidas financieras entre entidades. Para la Cepal una desmejora de este punto resultaría en un endurecimiento más persistente de las condiciones financieras que harían más caro acceder al sistema.