La calificadora Fitch Ratings ha subido la calificación crediticia de El Salvador de CC a CCC+. La entidad también ha afirmado que una situación de impago de la deuda ya no parece probable.
Esta mejora en la calificación significa que el intercambio se completó con éxito y se pagaron importantes amortizaciones de bonos globales a principios de año. Además, esto indica que el país tiene más dinero disponible y una mejor relación con otros países en el mercado mundial.
El Gobierno de El Salvador compró de nuevo $647 millones en bonos en 2022, ahorrando $288 millones.
Además, las negociaciones con los acreedores permitieron que la deuda con vencimiento 2025, por $800 millones, se redujera a $349 millones. Disminuyendo así los riesgos del servicio de la deuda externa.
Esta noticia podría significar el inicio de un proceso de aumento en las calificaciones del país, lo que impactaría directamente en el costo del dinero para el país y en el acceso a dinero en el mercado internacional. La firma Exor Latinoamérica confía en que este sea un paso positivo para el proceso de notas de El Salvador con las calificadoras de riesgo.
La agencia también reconoce los esfuerzos del presidente Nayib Bukele para mejorar la recolección de impuestos con estrategias como el Plan Antievasión. Esto ha hecho que El Salvador sea uno de los países de Latinoamérica que más recauda en proporción a su Producto Interno Bruto (PIB).
Además, el Gobierno ha reducido significativamente su déficit presupuestario. En 2022, se sitúa en un 2,5% del PIB, frente al 5,55% de 2021 y el 10,1% de 2020. Para lograrlo, se han aumentado los ingresos por impuestos y se ha reducido el gasto. Se espera que la consolidación fiscal continúe este año, ya que el canje de deuda ha disminuido los gastos relacionados con las pensiones.
El Ministro de Hacienda, Alejandro Zelaya, dijo que en abril se recaudó más ISR de lo esperado, $15.5 millones por encima del presupuesto de 2023. Esto significa que se alcanzará la meta anual de $2.789 millones en ingresos por ISR.