Las reservas internacionales netas del país (RIN), depositadas en el Banco Central de Honduras, (BCH), cayeron por debajo de los 8.000 millones de dólares, según informe del ente monetario.
Las cifras al 22 de junio, indican una caída de “467 millones de dólares” en relación al cierre del 2022. “El saldo de las RIN se ubicó en US$7,953.9 millones, menor en US$467.6 millones al observado al cierre de 2022”, apunta el informe.
El BCH señala que la millonaria baja se debe, esencialmente, por servicio neto de deuda (pago) de 397.7 millones de dólares y la venta directa de divisas para importación de combustibles en 235.4 millones de dólares. Esto compensado por compras netas de divisas de $131.8 millones.
Solo entre el 15 y el 22 de junio, las RIN bajaron en $76.5 millones, especialmente por el pago de deuda externa por $54.4 millones de dólares, de los cuales, $22.6 millones al Eximbank China, $16.9 millones a Bank of NY Mellon, $9.2 millones al Banco Centroamericano de Integración Económica -BCIE- y $5.7 millones al Banco Interamericano de Desarrollo -BID-.
Hay que recordar que en 2022 las reservas internacionales tuvieron una baja de 200 millones de dólares, en relación a 2021, pero el ingreso de préstamos externos evitó una reducción mayor.
Las reservas internacionales altas permiten hacer frente a los retiros de dólares en billetes y monedas por parte del sector financiero, lo que garantiza que haya dinero circulando en el país.
Aunque la cobertura de las remesas bajó a 5.3 meses, sigue siendo superior al requerimiento internacional. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha expresado su preocupación por su utilización por parte del gobierno, en especial cuando se dirigen a préstamos internos (a la Secretaría de Finanzas).
Este tema y el mercado de subasta de divisas, son los dos puntos que están en debate en la negociación de un posible acuerdo con el FMI.
