En el primer semestre de 2023, la tasa de inflación de El Salvador, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), siguió creciendo, pero a un ritmo más bajo y llegó a 3,78% en junio, indica el último reporte del Banco Central de Reserva (BCR). Esta es la cifra más baja desde agosto de 2021, cuando se situó en 4,30%.
La división de alimentos y bebidas no alcohólicas presenta la desaceleración más significativa en relación con enero cuando el aumento fue de 12,22%; el incremento fue de 6,93% en junio.
Los precios comenzaron a subir a nivel mundial a mediados de 2021 a raíz de la gran demanda que surgió después de la crisis sanitaria de 2020 y los problemas de las cadenas de abastecimiento. En 2022, el alza en esta división fue tanto que superó el 14,50% interanual en agosto.
La última encuesta de microeconomía del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Universidad Francisco Gavidia (ICTI-UFG) identificó que el 65%, de 1.231 salvadoreños encuestados, notaron un incremento “muy alto” en el costo de los productos y servicios; destacando los rubros de alimentación y salud.
El BCR reportó que la división de muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar también presenta una desaceleración, ya que pasó de aumentar 7,13% en enero a subir 0,24% en junio.