Los mercados emergentes se enfrentan a un futuro más volátil e incierto y deben reconstruir sus amortiguadores fiscales, aumentar sus ingresos, diversificar su comercio y prepararse para los billones de dólares anuales que costará el cambio climático, dijo el viernes la segunda responsable del Fondo Monetario Internacional.
La primera subdirectora gerente del FMI, Gita Gopinath, dijo en la conferencia bienal del Banco de la Reserva de Sudáfrica que las condiciones externas se han vuelto más difíciles para los mercados emergentes debido a la creciente fragmentación geopolítica, las duras condiciones financieras y los costes crecientes del cambio climático.
Los tipos de interés mundiales podrían mantenerse altos “durante bastante tiempo” en medio de la lucha contra la inflación, dijo, añadiendo que los rendimientos medios a largo plazo de los bonos en dólares de los mercados emergentes han subido unos 200 puntos básicos -lo que significa que sus costes de endeudamiento son más altos- desde que la Reserva Federal comenzó a endurecer su política.
La emisión de bonos y los flujos de cartera hacia los mercados emergentes también se han ralentizado.
“La pandemia y la guerra de Rusia en Ucrania han suscitado preocupaciones legítimas sobre la seguridad de la cadena de suministro y la seguridad nacional en general”, afirmó en unos comentarios preparados para la conferencia.
Los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático también podrían acarrear enormes costes a largo plazo, en un momento en el que los pagos de la deuda ya están aumentando considerablemente, y algunos estudios prevén una necesidad de mitigación de 2 billones de dólares anuales para 2030.
En Sudáfrica, por ejemplo, se prevé que el pago de intereses de la deuda pública aumente a cerca del 27% de los ingresos en el ejercicio fiscal 2028/29, frente al 19% de este ejercicio.
También dijo que el FMI vigilaba de cerca el “inquietante” aumento de la fragmentación del comercio mundial y advirtió que podría reducir el producto bruto interno de la mayoría de los mercados emergentes, entre ellos Sudáfrica, que podría sufrir pérdidas de alrededor del 5% del PBI.
Algunos países podrían sufrir pérdidas de hasta el 10% del PBI, afirmó.
La fragmentación de la inversión extranjera directa se sumaría a estos costes y podría afectar con mayor dureza a los mercados emergentes, reduciendo el acceso a mejores tecnologías y conocimientos técnicos.
Para hacer frente a estos retos interconectados se necesitará una serie de herramientas, como una recaudación y un gasto más eficientes, la diversificación del comercio, la aceleración de las reformas para atraer más inversiones y la aplicación de estrategias climáticas fiscal y socialmente sostenibles.