Aunque no se cumplieron las metas propuestas al inicio de la cosecha, la producción de café 2022-2023 dejó un ingreso de divisas de 1.397 millones de dólares (34.341 millones de lempiras), un 3,7% menos que la cosecha anterior, informó el Instituto Hondureño del Café (Ihcafé).
El año pasado la cosecha dejó 1.450 millones de dólares con la exportación de 6.1 millones de sacos de 46 kilogramos.
Las cifras preliminares hasta el sábado 30 de septiembre que marca el fin de la cosecha, indicaba compras de 7.1 millones de sacos, ventas por siete millones 66.378 sacos, pero las exportaciones finales fueron de 6.9 millones de sacos(6.953.168).
El precio promedio del café fue de 200.94 dólares, menor a los 236 dólares logrados en la cosecha anterior.
El principal destino de las exportaciones de café fue hacia los Estados Unidos con el 27,3% del total, seguido por Alemania con el 21,1% y Bélgica con el 9,5%.
Generalmente, del total de la producción, 700.000 quintales se destinan al consumo interno del país.
Según las autoridades del Ihcafé, la irregular temporada de lluvias y la poca mano de obra para recolectar el café son los principales desafíos que enfrenta el sector cafetalero del país, el mayor productor de Centroamérica.
La migración está minando la mano de obra hondureña en especial en el sector agricultor y construcción. La actividad cafetalera genera alrededor de un millón de empleos en los procesos de corte, beneficiado húmedo y seco, y transporte, de acuerdo con el sector
El café representa para Honduras más del 5% del producto interno bruto (PIB) y cerca del 30% del PIB agrícola, según cifras oficiales.