En el último informe de la Cepal sobre las “Perspectivas del Comercio Internacional 2023”, se aborda la relación comercial entre América Latina y el Caribe y China. En el período 2000-2022, el comercio de bienes entre la región y China se multiplicó por 35, mientras que el comercio total de la región con el mundo solo se multiplicó por 4.
El intercambio bilateral, que en 2000 apenas superaba los 14.000 millones de dólares, en 2022 se acercó a los 500.000 millones de dólares. De esta forma, en 2010 China desplazó a la Unión Europea como el segundo socio comercial de la región y se transformó en el primer socio comercial de América del Sur.
Las exportaciones a China se componen casi exclusivamente de recursos naturales en bruto y procesados; y las importaciones, casi exclusivamente de manufacturas. Únicamente seis productos (porotos de soja, minerales de cobre y de hierro, petróleo, cátodos de cobre y carne bovina) representan el 72% de las exportaciones regionales a China, y éstas se concentran en pocos países, principalmente de América del Sur (93%).
Por otro lado, la creciente penetración de las manufacturas chinas en la región ha ampliado el acceso para los hogares y empresas, pero también ha desplazado a la producción regional. El resultado neto es que se ha profundizado la especialización primario-exportadora, especialmente en América del Sur.
Para la CEPAL, el sector alimentos es el que ofrece las mejores perspectivas de diversificar y sofisticar la oferta exportadora a China en el corto plazo. Para ello, recomienda abordar las barreras no arancelarias existentes y fortalecer la inteligencia de mercado para satisfacer mejor las necesidades y gustos de los consumidores chinos. Asimismo, el informe insta a los países de la región a atraer inversión extranjera directa (IED) hacia actividades de procesamiento de recursos naturales estratégicos (por ejemplo, litio), generando encadenamientos hacia adelante con actividades manufactureras (por ejemplo, baterías y vehículos eléctricos).
En su tercer capítulo, el informe anual de la comisión regional de las Naciones Unidas ofrece un panorama de los avances y desafíos de los países de América Latina y el Caribe en materia de facilitación del comercio, tema que ha adquirido una creciente relevancia en todo el mundo en los últimos años.
En el capítulo se presentan los resultados de una encuesta aplicada por la CEPAL durante el primer semestre de 2023 en 26 países de la región y que mide su grado de avance en materias como la publicación de regulaciones comerciales en Internet, el establecimiento de Ventanillas Únicas Electrónicas de Comercio Exterior (VUCE), mecanismos de Operador Económico Autorizado (OEA) y la inspección selectiva de las mercancías mediante la gestión de riesgo, entre otras.
Los 26 países alcanzaron una tasa de implementación promedio del 71% en las principales medidas de facilitación del comercio. Sin embargo, la región todavía tiene mucho espacio para mejorar su desempeño en materia de digitalización de los trámites y documentos comerciales. Para ello resulta crucial acelerar la implementación e interoperabilidad de las VUCE.
El documento recalca que avanzar en facilitación del comercio es crucial ya que promueve la internacionalización de las Pymes, que son desproporcionadamente afectadas por los procedimientos comerciales engorrosos; atrae nuevas inversiones en el marco de procesos de deslocalización cercana; promueve la integración económica regional; y mejora la eficiencia del Estado y combate la corrupción.
En el informe se destaca también la necesidad de cerrar gradualmente la brecha regional de infraestructura de transporte y logística. Para ello, y dado el actual contexto de limitado espacio fiscal, resulta esencial explorar opciones innovadoras de financiamiento como fondos para infraestructura verde e inversionistas institucionales. Por último, se recomienda avanzar hacia la multimodalidad, reduciendo la excesiva dependencia actual del transporte carretero y dando más espacio al ferroviario y fluvial.