A través de un comunicado oficial, la aerolínea indicó que las medidas que la autoridad aeronáutica estaba exigiendo para aprobar la solicitud “imposibilitan la recuperación de Viva y pone en riesgo la estabilidad de Avianca”
El capítulo que se abrió hace nueve meses entre Avianca y Viva, dos aerolíneas que estaban en proceso de solicitud de integración, terminó este sábado. Finalmente, Avianca anunció que desiste de su intención de unirse a la low cost, por no encontrar que las condiciones para hacerlo, estipuladas por la Aeronáutica Civil, fueran viables para rescatarla financieramente.
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“Pese a que Avianca buscó reiteradamente salvaguardar la existencia de Viva y así proteger a los consumidores, el empleo, y la conectividad regional, lamentablemente los condicionamientos a la transacción definidos por la Aerocivil no solo no permitirían que Viva sea una aerolínea financiera y operativamente viable, sino incluso podrían poner en riesgo la estabilidad de Avianca y del sector”, dijo la compañía a través de un comunicado.
Adrian Neuhauser, presidente y CEO de Avianca, insistió en que “lamentablemente los condicionamientos de esta resolución, que ya es la decisión en firme, imposibilitan el rescate de Viva al hacer no solo que sea inviable como aerolínea, sino que, de darse la integración bajo las condiciones que impone la Aerocivil, pondría en riesgo la estabilidad de Avianca y la conectividad de Colombia”.
Los argumentos de Avianca
Según la aerolínea, las falencias técnicas de la resolución 873 , impuestas por la Aerocivil para aceptar la integración, son numerosas.
Lo primero que detallan es que hubo poca “flexibilidad regulatoria para dar certeza sobre las condiciones de reactivación de operaciones de Viva”. También, “que hubo falta de ajuste de los condicionamientos a la realidad actual de Viva y al tiempo transcurrido entre el inicio del proceso el 8 de agosto de 2022 y la fecha de una decisión en firme”.
El documento de negación de Avianca también recalca que “los condicionamientos exigen a Avianca asumir obligaciones, rutas, y compromisos de niveles de servicios y precios que no coinciden con las capacidades restantes de Viva luego de dos meses de suspensión de operaciones”.
Otro punto con el cual Avianca no estuvo de acuerdo con la Aeronáutica Civil, fue el de los espacios aéreos (slots) que ambas aerolíneas tenían que devolver de llegarse a integrar, para evitar monopolio.
Según la visión de la aerolínea, esta condición haría que Viva fuera inviable económicamente y se contradice con otros condicionamientos que requieren que esta empresa continúe dando conectividad en las rutas históricas donde era el único operador. Además, agrega la compañía, sería un obstáculo para que se proteja a los pasajeros afectados por el cese de operaciones de Viva, que según cifras oficiales superan los 500.000.
“Desde el inicio de la solicitud de integración hemos sido respetuosos del proceso. No obstante, es nuestra responsabilidad proteger a Avianca y ponerla al servicio del país como una pieza clave del desarrollo, a la vez que cuidamos a nuestros empleados y nuestros clientes, y respondemos a los accionistas que han creído en nosotros invirtiendo miles de millones de dólares durante los últimos años”, agregó Neuhauser.
