El Directorio del Banco Central de Honduras (BCH), aprobó el Programa Monetario 2022-2023 que establece las nuevas metas macroeconómicas para este y el próximo año que incluyen una proyección de crecimiento del PIB de 3,5% para este año, y una inflación de “6,9% para este año”.
Las moderadas proyecciones de crecimiento (se proyectaba un PIB de hasta 5,2% en la revisión de octubre del año pasado), están ligadas a un bajo crecimiento de las exportaciones de 7,4% este año y 4,4% en el 2023. El déficit fiscal del Gobierno Central apenas bajaría un punto, de 5% a 4% en relación al PIB (valor de la producción nacional de bienes y servicios).
“Ante la coyuntura económica nacional e internacional, el BCH estima que el crecimiento económico se ubique entre 3,5% y 4,5% en 2022 y 2023, respaldado principalmente por el consumo e inversión privada, dado el mayor ingreso disponible de los hogares y empresas, a medida que se recupera la capacidad productiva del país y continua el proceso de vacunación”, dice el BCH.
No obstante, agrega, dicho dinamismo estaría condicionado a revisiones en el crecimiento esperado de los principales socios comerciales y el aumento en los precios de las materias primas, especialmente de la energía, sumado a la incertidumbre económica generada por la guerra suscitada entre Ucrania y Rusia.
La senda de crecimiento estimada para estos años, indica que la economía hondureña estaría creciendo por encima de la tasa de largo plazo estimada (3.8%).
Alta inflación, ¿que hará el BCH?
En línea con el dinamismo esperado en la demanda interna y la aceleración observada en la inflación en los últimos meses, así como la agudización de los choques de oferta en respuesta al conflicto bélico Ucrania-Rusia (precios internacionales del petróleo más altos, mayor incremento en los precios de alimentos, insumos y materias primas importadas y los costos de servicios de fletes), los pronósticos del BCH indican que, en el transcurso de 2022, la inflación se ubicará “por encima” del límite superior del rango de tolerancia (4.0% ± 1.0 pp).
En ese sentido, el escenario de proyección incorpora la reversión parcial del ajuste en las tarifas de energía eléctrica de enero 2022 –subsidio a hogares con un consumo menor a 150 Kwh-, y la rebaja de los precios de los combustibles en bomba (reducción del impuesto).
Las medidas tomadas por el Gobierno con el propósito de mitigar los efectos de estos choques de oferta sobre la inflación. “Así, los pronósticos indican que, a partir del tercer trimestre de 2023, la inflación total se situaría dentro del rango de tolerancia establecido”.
Es ese contexto, el BCH seguirá utilizando la TPM (Tasa de Política Monetaria, tasa básica) como el principal instrumento para señalizar su postura de política monetaria al mercado y continuará gestionando la liquidez del sistema financiero.
Se apoyaría la colocación de valores de más largo plazo e incrementado los montos ofrecidos en las subastas de valores del BCH, con el fin de evitar mayores presiones inflacionarias y a la vez garantizar los niveles adecuados de liquidez en la economía.