El Banco Mundial lanzó sus proyecciones de crecimiento para América Latina y el Caribe, las cuales se ubicaron en una senda negativa, el reporte deja ver no solo el enfriamiento sino también la desaceleración de la economía en toda la región.
En sí, el Producto Interno Bruto (PIB) de la región crecerá 1,4% en 2023 y se recuperaría 2,4% en 2024. Estas tasas de crecimiento son “demasiado bajas para lograr progresos significativos en la reducción de la pobreza”, enfatizó la multilateral.
El balance en la región
“Las proyecciones de crecimiento de América Latina y el Caribe para 2023 han ido bajando progresivamente en los últimos seis meses”, dice el reporte. “Al mismo tiempo, ha aumentado la varianza en torno a las proyecciones del mercado, lo que representa un aumento de la incertidumbre a escala mundial. La reciente oleada de quiebras bancarias en Estados Unidos y Europa introduce incertidumbre adicional en torno a si los países avanzados moderarán las futuras alzas de las tasas de interés, la probabilidad de una recesión en el G-7 y la trayectoria de la inflación futura”, se lee en el informe oficial de la Ocde.
De las cinco economías más grandes de la región, Chile tendrá el peor desempeño este año, con una contracción del PIB proyectada del -0,7%. México, Brasil, Colombia y Argentina crecerán 1,5%; 0,8%; 1,1%; y 0%, respectivamente. Según explica el informe, el limitado crecimiento se debe, en parte, a la elevada inflación que todavía aqueja a esta parte del mundo desde 2021.
Los bancos centrales han respondido con alzas en las tasas de interés, las cuales encarecen el costo del dinero. Dos agencias calificadoras prevén una ola de impagos de deuda a partir de los altos costos del financiamiento, sobre todo entre empresas.
“La región en gran medida se ha recuperado de la crisis de la pandemia, pero lamentablemente ha vuelto a los bajos niveles de crecimiento de la década anterior”, dijo Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe, en un comunicado.
“Los países deben urgentemente acelerar el crecimiento inclusivo, para que todos se beneficien del desarrollo, y esto requerirá mantener la estabilidad macroeconómica y aprovechar las oportunidades que hoy ofrece la integración comercial”.
Los desequilibrios fiscales siguen siendo elevados, con un promedio estimado en 2.7 por ciento del PIB en 2023, lo que erosiona aún más el espacio fiscal ya de por sí reducido; y se espera que el nivel de endeudamiento llegue al 64.7 por ciento del PIB este año, levemente por debajo del 66.3 por ciento alcanzado en 2022.