Standard & Poor´s Global Ratings bajó las calificaciones soberanas de El Salvador y señala que el gobierno “depende del canje de deuda de pensiones” para aliviar sus necesidad de gasto. El alivio, durará cuatro años. La calificación soberana pasó a ‘SD/SD’ (incumplimiento selectivo) de ‘CCC+/C’ debido al canje de la deuda de pensiones.
Esta baja en las calificaciones soberanas de El Salvador ocurre 12 días después que se canjearan los Certificados de Inversión Previsional (CIP) por Certificados de Financiamiento de Transición (CFT), emitidos por el recién creado Instituto Salvadoreño de Pensiones (ISP).
S&P explica que el gobierno ofreció a las administradoras de fondos de pensiones (AFP) una combinación de tres instrumentos con diferentes vencimientos, tasas de interés y pagos de capital. Dos de esos instrumentos tienen las mismas condiciones que los certificados anteriores, pero el tercero paga una tasa de interés más alta, aunque con un vencimiento más largo y cuatro años de gracia. “Los fondos de pensiones privados decidieron destinar el 99 % de su cartera al tercer certificado”, dijo la calificadora.
De esta manera, el 99% de los ahorros de los trabajadores recibirá una tasa de interés del 7 %, ya no del 4.5 o 6 % que pagaban los otros certificados; pero el gobierno tardará 50 años en honrar esa deuda con los cotizantes (ya no 24 o 44 años). Además, debido al periodo de gracia, durante cuatro años el Ejecutivo no tendrá que pagarle a los trabajadores ni intereses ni capital por el dinero que tome prestado de los ahorros para pensión. Esto le dará un alivio fiscal de $500 millones anuales durante esos cuatro años, indicó S&P.
“El Salvador realizó un canje de deuda de pensiones el 28 de abril, en el que ofreció a los fondos de pensiones privados una combinación de nuevos certificados para reemplazar las obligaciones financieras soberanas anteriores que se habían emitido parcialmente después de un canje de deuda realizado en 2017”, señaló la entidad en un comunicado.
“Como resultado, tras el canje, el gobierno tendrá un alivio fiscal de alrededor de $500 millones anuales durante los próximos cuatro años (alrededor del 1,5 % del PIB anual)”, añade el texto.
A juicio de la calificadora, la operación llevada a cabo por el gobierno ocurrió en “condiciones desventajosas (distressed)” dado el contexto de vulnerabilidad por el que atraviesa el país en sus indicadores macroeconómicos y las limitadas alternativas de financiamiento con las que cuenta para honrar sus compromisos.
“Un canje de deuda en condiciones desventajosas (distressed) de acuerdo con nuestros criterios equivale a un incumplimiento (default). Bajamos nuestras calificaciones soberanas de El Salvador a ‘SD/SD’ (incumplimiento selectivo) de ‘CCC+/C’”, reza el comunicado dado a conocer este miércoles 10 de mayo.
“El gobierno depende en parte del canje de deuda de pensiones para aliviar las necesidades de gasto fiscal mediante la reducción de los pagos del servicio de la deuda para los próximos cuatro años en la deuda financiera relacionada con las pensiones. El alivio fiscal que brindó la anterior reforma de pensiones en 2017 (que también consideramos un canje en condiciones desventajosas (distressed) y equivalente a un incumplimiento) duró de tres a cinco años y ya venció.
La calificadora señala que con la maniobra realizada, el Gobierno ha logrado salir de un impasse y esto le permite, de manera inmediata, otorgarle una calificación de CCC+ para la deuda soberana de largo plazo.