La Cepal actualizó sus proyecciones de crecimiento para 2023 en las que evidenció una leve caída de la expectativa para América Latina y el Caribe de un 1,3% que había anunciado en diciembre a un 1,2%. En el caso de América del Sur la baja fue de 0,4 puntos porcentuales (pps) de un 1% a 0,6%.
Dentro de las economías de América del Sur las de mayor ajuste fueron Argentina, Uruguay y Bolivia que vieron una baja de 3 pps y 0,9 pps a una proyección de -2% para el caso de la nación del Río de la Plata y de 2% para las otras dos este año.
La entidad señaló que todos los países enfrentarán “un complejo escenario externo, marcado por bajo crecimiento en la actividad económica y del comercio mundial. Adicionalmente, a las alzas experimentadas por las tasas de interés a nivel mundial se agregaron las turbulencias financieras observadas a comienzos de marzo lo que ha acentuado la incertidumbre y volatilidad”.
Específicamente sobre América del Sur, la Cepal agregó que se verá afectada por la baja en los precios de los productos básicos y por las restricciones en política doméstica para apuntalar la actividad. La alta inflación ha impactado los ingresos reales y está teniendo efectos sobre el consumo privado y la inversión en los países”, agregan.
En el caso de América Central se vio una leve mejora de 0,1 pps desde 3% a 3,1%; al incluir México, la proyección es de 2% (la anterior era de 1,6%). Y la mejor proyección la tiene El Caribe que pasó de 3,3% a 9,1% para cierre de 2023.
En América Central si bien el crecimiento de este año representa una desaceleración frente a 2022 el alza frente a la proyección de diciembre se da debido a la revisión al alza del crecimiento de los Estados Unidos, que afectaría tanto al sector externo como al consumo privado. “Además, los menores precios de la energía previstos para este año en comparación con el 2022 actuarían a favor, dado que varias de ellas son importadoras netas de energéticos”.