El Índice de Desarrollo Humano 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), ubica a Chile, Argentina y Uruguay a la cabeza de Latinoamérica mientras que a Haití, Honduras, Nicaragua y Guatemala, en las cuatro posiciones más bajas.
El informe, que estudia las condiciones de vida en el mundo, indicó que Chile se ubicó en la casilla 42 entre 189 economías analizadas, convirtiéndose en el país de América Latina con mayor Índice de Desarrollo Humano.
Este país obtuvo una puntuación de 0,847 en el ranking, siendo 1 la máxima puntuación. Argentina y Uruguay, ocupando las casillas 48 y 57, respectivamente, se clasificaron en el listado de los países que tienen un desarrollo muy alto, en conjunto con Chile.
Si bien es cierto que América Latina no se ubicó entre las mejores casillas, el informe del Pnud indicó que la región obtuvo un puntaje de 0,759, superior al promedio mundial que se ubicó en 0,731.
Haití (en el puesto 169), Honduras (132), Nicaragua, Guatemala (126) y El Salvador (124) son los de más bajo puntaje en el índice de desarrollo humano en la región.
Honduras está en la categoría de Indice de Desarrollo Humano Medio, el puntaje del año pasado fue de 0,617.
Reina la desigualdad en LA
El informe también alerta que 30 millones de jóvenes no tienen estudios, empleo o capacitación, de los que el 76% son mujeres. Además, la igualdad de género atraviesa por “signos preocupantes de dificultades y reversiones”.
El reporte plantea que América Latina y el Caribe corren el riesgo de sufrir mayores crisis sociales e inestabilidad política por la desigualdad que arrastra, reflejada en la convulsión desatada por protestas sociales en la región.
La desigualdad “es uno de los problemas estructurales más importantes de Latinoamérica, sin duda, y cuando interactúa con otros elementos se vuelve uno de los factores de desestabilización”, dijo Luis Felipe López-Calva, director para América Latina y el Caribe del PNUD.
Según el informe, millones de personas han salido de la pobreza en la última década en Latinoamérica, pero al mismo tiempo es la segunda región más desigual del mundo, detrás de África Subsahariana.
El PNUD apunta a que está surgiendo una nueva generación de desigualdades severas en el terreno del desarrollo humano, pese a que se están reduciendo muchas de las desigualdades no resueltas en el siglo XX.
El texto señala que, las mejoras logradas en la desigualdad en algunas capacidades básicas demuestran que es posible avanzar. Sin embargo, los progresos realizados en las capacidades básicas en el pasado no pueden solucionar los problemas presentes.