La menor actividad económica por la crisis sanitaria del Covid-19, no ha detenido el aumento del consumo de energía y los riegos de enfrentar un déficit en la capacidad de generación.
Según el ODS (Operador Del Sistema), desde inicios del año advirtieron que habría un déficit de potencia en la generación de energía, por la falta de lluvias con su efecto en las represas, además de la suspensión de la licitación (240 megavatios) en la ENEE (ente intervenido).
Con la crisis del Covid-19, que provocó una cuarentena nacional desde el 15 de marzo, se redujo la demanda de energía por el cierre de empresas y comercios, pero eso está cambiando en las últimas semanas.
Entre el 9 de marzo y el 19 de abril, la demanda de energía, estimada en 1.550 megavatios, bajó un 8,98% (unos 140 MW).
Sin embargo, el ODS señala en la semana del 13 al 19 de abril se mostraba un repunte de la demanda.
“De aquí se observa que la reducción es uniforme para todas las horas, aunque se percibe una atenuación de las diferencias con respecto a lo presentado para semanas anteriores”.
Asimismo, se puede notar que para el fin de semana la demanda real incluso supera a lo proyectado, agrega el operador.
“La semana pasada se produjo un aumento mayor, por el caluroso verano, llegando a casi los 1.500 megas. Esto agravado por la falta de mayor generación de energía, en especial hidroeléctrica”, señala Guillermo Peña, representante de los consumidores en el ODS.
“El déficit que se esperaba para el verano está ahí pendiente, está latente, ya tuvimos unos días, el jueves (de a semana pasada) estuvo casi pegando los 1.500 megas de demanda en el pico”, destacó.
“Antes de la crisis (Covid-19), teníamos un par de días que se había subido a más de 1.600 megas, eso quiere decir que aun con la economía apagada, la demanda sigue en subida por el calor y que la gente esta en sus casas”, agregó.
Por otro lado, sostiene, no ha aumentado la cantidad de generación disponible que hay, porque entre contratos que no se aprobaron y por otro lado, la entrada del verano hace que los niveles de las hidroeléctricas caigan” .
En otras palabras, el bajo nivel de las represas, la falta de entrada de operaciones de Patuca II y los retrasos en las licitaciones de compra de energía, mantienen el mercado a expensas de nuevas compras al exterior y que continúen los racionamientos de energía.