Durante el Gobierno del Presidente Porfirio Lobo, en 2013, se firmó un memorando de entendimiento con la empresa China Harbour Engineering Company Ltda (CHEC) para construir el Ferrocarril Interoceánico que uniría la isla de Amapala en el Pacífico con Puerto Castilla en el Atlántico.
El ex ministro de Obras Públicas en ese momento, Miguel Ángel Gámez, quien después dirigió la desaparecida CoAlianza, dijo que en la carta de entendimiento la empresa CHEC manifiesta su interés para construir el monumental proyecto.
Honduras ofrece la ventaja de que la mercancía ya puesta en Puerto Cortés puede viajar rápidamente hacia Estados Unidos ya que se cuenta con una aduana estadounidense.
Por su parte, el impulsor del proyecto, Tito Livio Sierra, explicaba que el ferrocarril interoceánico sería exclusivamente para barcos de 300 mil toneladas y el mega puerto que se construirá en Amapala, es únicamente para ese tipo de embarcaciones.
Además que el diseño que se ha elaborado, establece que el punto conocido como el Jícaro Galán se convertirá en la zona de redistribución y cuando un contenedor salga hacia Puerto Castilla o Puerto Cortés ya va definido para cuál destino va, contrario a lo que ocurre con el canal húmedo donde el barco debe llegar a un país y de ahí va a redistribuir la mercadería.
El proyecto ha sido retomado por el actual gobierno, pero hay que señalar que el país no es el único en la región en proponer un paso interoceánico. Nicaragua, El Salvador y Costa Rica, también avanzan en sus propios proyectos.
Costa Rica cuenta con apoyo del BCIE y un préstamo de $550 millones. Nicaragua espera apoyo de China y El Salvador consiguió recursos de Corea para los estudios preliminares.
(VEA: Gobierno de Honduras revive proyecto del tren interoceánico)