El Banco Central Europeo (BCE) anunció el aumento a las tasas de interés más pequeño hasta ahora en su batalla contra una inflación persistentemente fuerte, pero dio a entender que es probable que vengan más a futuro.
Los funcionarios elevaron este jueves la tasa de depósito en un cuarto de punto al 3,25%, luego de tres alzas del doble de ese tamaño. La decisión coincide con las expectativas de los operadores y la mayoría de los economistas, y deja la tasa en su nivel más alto desde 2008.
“Las decisiones futuras del Consejo de Gobierno asegurarán que los tipos de interés oficiales se fijen en niveles lo suficientemente restrictivos para lograr que la inflación vuelva a situarse de forma oportuna en el objetivo del 2% a medio plazo y se mantengan en esos niveles durante el tiempo que sea necesario”, dijo el BCE en un comunicado.
“El Consejo de Gobierno continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel y la duración apropiados de la restricción”.
El Consejo de Gobierno también dijo que espera suspender las reinversiones bajo su programa de compras de activos a partir de julio.
Dado que la inflación se encuentra muy por debajo de su máximo de octubre y que un indicador de las presiones de los precios subyacentes cayó por primera vez en 10 meses, los responsables de política monetaria de Fráncfort contemplan el final de su período de ajuste monetario sin precedentes. Sin embargo, la tarea no está del todo completa: mercados y analistas estiman que se producirán dos anuncios más de 25 puntos básicos.
Dicha medida adicional contrastaría con la Reserva Federal, que el miércoles elevó las tasas por décima vez consecutiva, pero sugirió que podría detener su propia campaña de alzas mientras el sector financiero enfrenta una nueva ola de presión.