El Banco Europeo sube tipos 75 puntos, la mayor alza al precio del dinero en su historia

La presidenta del BCE, Christine Lagarde

El Banco Central Europeo (BCE) soltó la bomba monetaria. El Consejo de Gobierno de la institución con sede en Fráncfort ha decidido subir los tipos de interés en 75 puntos básicos, hasta 1,25%, en el mayor encarecimiento del precio del dinero de su historia.

El organismo toma esta decisión ante el empeoramiento de la inflación, que en agosto se elevó por encima de 9%, más de cuatro veces por encima del objetivo de estabilidad de precios. Se trata de la segunda subida de tasas que realiza el BCE este ejercicio, que en julio puso fin a una hibernación de 11 años al elevar los tipos 0,5 puntos porcentuales.

La subida de tipos de 75 puntos básicos por parte de un banco central de una economía desarrollada está considerada un movimiento muy agresivo. En la jerga se conoce como la bomba nuclear contra la inflación y está pensada para constreñir con fuerza la demanda para anclar las expectativas de crecimiento de los precios y evitar que se descontrolen más.

El BCE toma ahora el toro por los cuernos pese a la marcada incertidumbre macroeconómica que se deriva de la guerra entre Rusia y Ucrania, origen último de la crisis energética que asola a Europa.

Movimiento esperado

Pese a la dureza de la decisión, una subida de este calibre era justo lo que esperaban los inversores desde finales de agosto tras la cumbre de Jackson Hole en Estados Unidos. Allí, Isabel Schnabel, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, se desmarcó con una línea que permitía anticipar una decisión poco convencional para atajar la deriva de la inflación.

Ni siquiera las palabras del economista jefe de la institución, pidiendo subir los tipos “ni demasiado rápido, ni demasiado lento” parecen haber encontrado mayoría en el Consejo de Gobierno, que ha optado finalmente por la decisión más contundente para recalcar su compromiso con la estabilidad de precios.

El euro es otro de los factores que lleva a la autoridad monetaria a no andarse con más contemplaciones en sus decisiones y a dar un golpe sobre la mesa pese a las consecuencias que pueda ocasionar a las perspectivas de crecimiento económico común. La moneda comunitaria ha sufrido una fuerte depreciación que la ha llevado a cotizar por debajo de la paridad con el dólar ante la dureza de la Reserva Federal. Con este incremento de las tasas, se busca reducir el diferencial del precio del dinero a ambos lados del Atlántico y soportar a la moneda.

El brusco incremento de tipos llevado a cabo hoy no pone, ni mucho menos, fin al ciclo de subidas de tipos, que da por hecho que seguirá con nuevos movimientos al alza en las citas de octubre y de diciembre. El objetivo es llegar, como mínimo, a la zona del interés neutral este año.

Se trata de una cota en la que se supone que la política monetaria no resulta ni expansiva ni contractiva para la economía y numerosos expertos la sitúan en la zona euro alrededor de 1,5%, aunque podría variar en función del desarrollo macroeconómico.

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