La divisa rebota el 15% desde mínimos en septiembre del año pasado cuando valía $0,95
Después de un inicio de año errático, el mejor comportamiento de la economía europea y la crisis financiera desatada por la banca regional de Estados Unidos permiten la remontada de la divisa europea. Desde los mínimos de 20 años registrados el pasado septiembre, cuando se desfondó a los 0,959 dólares, el euro rebota un 14,9%.
El departamento de análisis de Morgan Stanley empieza a mejorar su perspectiva por el euro y aconseja tomar posición a largo plazo ante las expectativas de que siga subiendo. Desde la entidad consideran que las turbulencias del mes pasado en el sector bancario en EE UU han llevado a los gestores a ajustar el riesgo de duración en la zona euro.
También los expertos del holding financiero japonés Nomura, se muestran optimistas y creen que el rally podría prolongarse. El departamento de análisis de la entidad ve al euro en los 1,14 dólares en el segundo trimestre y en los 1,16 a cierre de año.
Es decir, le otorgan un potencial del 3,4% y 5,2%, respectivamente. La reapertura de la economía China es visto como un catalizador para los activos europeos y entre estos se incluye al euro. La recuperación de China está generando las mayores sorpresas de los últimos 17 años. Aunque estos datos ayudan al PIB mundial, el Viejo Continente es una de las regiones más beneficiadas por su mayor exposición.
Las bases del rebote
Una parte sustancial de esta recuperación se ha registrado en el último mes y medio. Desde que a comienzos de marzo la quiebra de Silicon Valley Bank hiciera saltar las alertas, el euro sube un 4,5%, recupera los 1,1 dólares y se encamina a revalidar máximos de 12 meses.
El aumento de los temores de recesión y la percepción de riesgo sistémico no se ha visto acompañado por la búsqueda de refugio en el dólar. Esta vez el billete verde se ha debilitado, un reflejo de que la economía estadounidense está en una posición del ciclo más madura y de que gran parte del nerviosismo ha obedecido a la fragilidad de sus bancos regionales.
Una tendencia que se ha visto amplificada en las últimas jornadas por la caída de First Republic. El desplome de la entidad y la posibilidad de que se quede sin la red de seguridad de hacer uso de los préstamos prometidos por la Reserva Federal si le rebajan la calificación ha llevado a los inversores a poner en precio una rebaja de los tipos al otro lado del Atlántico.
La política monetaria jugó un papel muy importante en las ganancias registradas por el dólar en 2022. Sin embargo, ahora es el euro el que saca partido de la divergencia de posturas de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo. Mientras el banco central de EE UU ha aminorado el ritmo y encadena ya tres subidas de 25 puntos básicos, las declaraciones efectuadas en las últimas semanas por miembros del BCE evidencian que la institución se mantendrá firme y podría volver a elevar las tasas en 50 puntos básicos la próxima semana.
El tercer pilar de la remontada del euro se debe a los buenos datos macro. Las expectativas de que la economía europea entrase en recesión por una eventual crisis energética no se han cumplido y los analistas estiman que el ciclo económico en la zona euro es más joven a medida que las expectativas de crecimiento y demanda se recuperan.