El multimillonario francés Bernard Arnault, presidente y director ejecutivo del imperio del lujo LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy), y el oligarca ruso Nikolai Sarkisov están siendo investigados por presunto blanqueo en una turística localidad en los Alpes, según ha confirmado este viernes la fiscalía de París.
En la misma se aseguraba que en el procedimiento se incorporó un informe de la unidad de inteligencia financiera del ministerio francés de Economía sobre las operaciones de ambos magnates en el selecto pueblo de esquí de Courchevel, conocido como un patio de recreo de oligarcas.
Basándose en este informe, el periódico francés Le Monde asegura que Sarkisov, de 55 años, compró en 2018 en Courchevel 14 bienes inmobiliarios por 16 millones de euros a través de una compleja red de sociedades en Francia, Luxemburgo y Chipre. Oficialmente, el comprador era la sociedad La Flèche. El nombre del oligarca no aparece en sus estatutos, aunque él era el propietario efectivo.
A través de esta firma compró otros tres bienes en la misma estación de esquí por 2,2 millones de euros que generaron una plusvalía de 1,2 millones de euros a otra sociedad, Croix Realty, de la que también es el propietario a través de otro complejo entramado empresarial. Para financiar estas operaciones, Arnault, una de las principales fortunas del mundo y propietario de LVMH , transfirió a Sarkisov 18,3 millones de euros. Luego compró el conjunto de la firma La Flèche, convirtiéndose en el beneficiario efectivo de estos inmuebles.
Los investigadores del ministerio de Economía francés, citados por Le Monde, consideran que este entramado busca “esconder el origen exacto de los fondos” y “disimular el beneficiario efectivo de todas estas operaciones, es decir, Bernard Arnault”. Solicitado por la AFP, el grupo LVMH no quiso hacer ningún comentario. Un portavoz dijo al diario Le Monde que la operación se “realizó en el más estricto respeto a la ley”.
El entorno del oligarca, citado por Le Monde, asegura que la plusvalía de la operación fue solo de “algunos cientos de miles de euros” y Sarkisov “no estuvo implicado personalmente” en ella.