La propuesta estadounidense de un impuesto corporativo mínimo global de al menos el 15% tuvo una acogida entusiasta en Europa, acercando al mundo a un acuerdo sobre cambios radicales en cuánto pagan las multinacionales y a qué gobiernos.
“Este es realmente un gran progreso”, dijo el ministro de Finanzas alemán, Olaf Scholz, cuando llegó para una reunión con sus homólogos europeos en Lisboa, minutos después de que su homólogo francés también ofreciera una reacción positiva.
La última propuesta en la carrera por un acuerdo entre 139 países es menor que la tasa de 21% que Estados Unidos sugirió anteriormente para las ganancias en el extranjero de sus negocios, un nivel que algunas naciones consideraron excesivo. Antes de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, las negociaciones en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) se centraron en un mínimo de 12,5%.
Si bien persisten obstáculos, incluido un desacuerdo por separado sobre el tratamiento de gigantes digitales como Facebook Inc. y Google de Alphabet Inc., el ímpetu de la administración Biden ha transformado las negociaciones de la Ocde, que habían estado estancadas.
La proximidad de un acuerdo plantea la posibilidad de facturas significativamente más elevadas para mayores corporaciones mundiales. El año pasado, la Ocde estimó que el impuesto mínimo global, además de las propias reglas de EE UU, impulsaría los ingresos de los gobiernos hasta en $100.000 millones al año, una cifra que aumentaría con una tasa más alta.
La última propuesta de Estados Unidos sobre una tasa de 15% es solo la mitad de la historia, porque la cuestión del nivel mínimo es uno de los dos supuestos pilares de las negociaciones de la Ocde. Los países europeos han dado la bienvenida a una iniciativa separada de Biden sobre el tema más espinoso de dónde las empresas enfrentan gravámenes, pero las conversaciones al respecto aún están en curso.
Estados Unidos sugirió un alcance más simple y estrecho, repartiendo los ingresos fiscales de las cerca de 100 multinacionales más grandes. Los funcionarios de otros países no están seguros de si eso cubrirá a todos los gigantes digitales a los que quieren apuntar, y existe una preocupación particular de que Amazon.com Inc no quede atrapado en la red.
Según Morgan Stanley, la propuesta de EE UU sobre el primer pilar podría implicar cambios significativos en las tasas impositivas efectivas, en particular para los fabricantes de hardware tecnológico y las empresas farmacéuticas.
“La pregunta clave no es la cifra, incluso si podemos vivir con 15%, puede ser un buen compromiso entre las expectativas de todos los miembros de la Ocde”, dijo el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, al llegar a la reunión de Lisboa. “La pregunta clave es definir un marco global para la tributación digital y la tributación mínima”, resaltó.