La banca de Latinoamérica muestra favorables indicadores de solvencia para enfrentar las altas tasas de interés y la desaceleración económica que se extenderá incluso hasta 2024, pero el principal foco de atención actual es el deterioro generalizado de las carteras, dijo un alto directivo de Fitch.
Para la agencia calificadora, la región ha demostrado una alta resiliencia a los choques de los últimos tres años derivados de la pandemia de, la guerra en Ucrania y sus repercusiones en términos del impacto sobre los mercados de materias primas, la alta inflación que llevó al alza de las tasas de interés y las expectativas de desaceleración económica.
Esos factores han llevado en el último año a un estrechamiento en los márgenes de los bancos, que particularmente a las entidades pequeñas les está costando más acceder a recursos.
“La media de los bancos están en una buena condición para seguir enfrentando estos desafíos”, dijo a Reuters Alejandro García, director de bancos de Latinoamérica para Fitch, desde Nueva York.
“Aunque no hay que perder de vista que este 2023 y posiblemente parte de 2024 todavía seguirán estos desafíos de las altas tasas, la inflación que no termina de ceder y obviamente un crecimiento económico que está por debajo del potencial de mediano plazo que tienen estas economías”, agregó.
Al enfocar sus comentarios por países, García destacó el entorno más benigno para la banca es México, Brasil, Panamá y Chile por un esperado mejor desempeño económico. Mientras que del lado más moderado se encuentran Colombia, Perú y Argentina.