La calificadora Fitch Ratings revisó a Estable (que se mantendrá) desde Negativa (que puede bajar) la Perspectiva de la clasificación nacional de largo plazo de la Financiera Leasing Atlántida y la afirmó en ‘A’. Al mismo tiempo afirmó la clasificación nacional de corto plazo en ‘F1’.
Las clasificaciones de Leasing Atlántida ahora se fundamentan en su perfil intrínseco, el cual dio como resultado una Perspectiva Estable en contraste con la Perspectiva Negativa que tiene con el enfoque de soporte de su casa matriz Inversiones Atlántida (Invatlán, clasificado en escala internacional de riesgo emisor [IDR; issuer default rating ] en ‘B-‘ con Perspectiva Negativa), de acuerdo a la metodología de Fitch.
Entre las razones de la mejor clasificación se encuentra el “perfil de negocios con influencia alta”: ya que las clasificaciones nacionales están altamente influenciadas por el perfil de negocio de la entidad, caracterizadas por su posición de liderazgo a nivel local en el segmento de arrendamiento financiero, y con más de 40 años de experiencia.
A marzo de 2022, su participación en dicho mercado alcanzó aproximadamente el 74%, no obstante, su franquicia es modesta, en términos de activos y depósitos. La arrendadora presenta relaciones de amplia trayectoria con sus clientes y se beneficia de su pertenencia al Grupo Financiero Atlántida (GFA), al ser subsidiaria de Invatlán.
Fitch considera que la entidad gestiona apropiadamente la calidad de su cartera conjunta de préstamos y arrendamientos a la luz de la expansión significativa de la misma. A marzo de 2022, Leasing Atlántida mantuvo un indicador de calidad de activos, préstamos y arrendamientos deteriorados a préstamos y arrendamientos brutos de 1%, lo que compara favorablemente con el promedio del sistema bancario local (1,8%).
En tanto, desde 2020, su cobertura de reservas ha sido superior al 100% (marzo 2022: 197%). No obstante, la concentración en los 20 mayores deudores (por préstamos y arrendamientos) ascendió a un alto 42% del portafolio total.
A marzo de 2022, el indicador base de rentabilidad, utilidad antes de impuestos a activos totales promedio de la entidad continuó su tendencia creciente y se ubicó en 4,2% (diciembre 2020: 3,2%). Esta rentabilidad ha sido favorecida por un margen de interés neto también creciente, así como un gasto en provisiones relativamente bajo durante el primer trimestre de 2022.
Capitalización y fondeo
Si bien el indicador base de apalancamiento, deuda más depósitos a patrimonio tangible, refleja el endeudamiento creciente de la entidad, lo cual probablemente continuará producto del importante crecimiento proyectado y una distribución de dividendos relevante hacia Invatlán, Fitch considera que la capitalización aún es robusta al considerar también la cobertura amplia de reservas para activos deteriorados. Dicha métrica se ubicó en 3.7 veces (x) a marzo de 2022.
La estructura de fondeo de Leasing Atlántida se basa en depósitos, todos a plazo, y con un índice alto de renovación. Si bien todo el fondeo de la entidad es fiduciario, la concentración en los 20 mayores depositantes es alta (marzo 2022: 76% del total de depósito), pese a que aproximadamente 37% de dicho saldo proviene de tres empresas del GFA. Dicha concentración podría reducirse en la medida de la concretización de las proyecciones de crecimiento significativo de la base de depósitos.
¿Qué sigue?
“Un alza en las clasificaciones provendría de reducciones significativas y consistentes de las concentraciones en ambos lados del balance de Leasing Atlántida mientras se mantiene el perfil financiero estable”, estima la firma. También la mejora del IDR de largo plazo de Invatlán.
Por el contrario, una baja en las clasificaciones provendría de un debilitamiento constante del perfil crediticio de la entidad, reflejado en una desmejora continua en su calidad de activos, derivada de la expansión fuerte, que repercutiera también en un estrechamiento de la capitalización.