Uno de los sectores sociales del paìs se mueve a un ritmo creciente y muy similar al del sector financiero, a pesar de estar exento de cargos tributarios.
Se trata de la educación privada, en especial de primaria y secundaria, que registra alzas en las matrículas del 6,1% de promedio anual, al doble del crecimiento económico.
Según el monitoreo de precios del Banco Central de Honduras (BCH), solo en el período 2015-2019, el aumento acumulado en las matrículas es de “34,49%”, con un impacto para los padres y madres de familia.
Solo en febrero pasado, el aumento fue de “6,36%, asociado al mayor costo de las colegiaturas en la educación privada formal en sus diferentes niveles (preescolar, primaria, secundaria y superior)”.
También se registran alzas en universidades y cursos técnicos (educación no formal).
La educación secundaria tuvo un alza del 3,06% y la primaria 1,90%, siendo los sectores de mayor impacto.
Hay que destacar que el aumento es un promedio, ya que algunos colegios registran aumento anuales mayores al 10%, el doble de la inflación registrada el año pasado.
También se realizan cobros de mensualidades en dólares, en algunas instituciones que ofrecen educación en inglés.
Aumentos sin control
De acuerdo al registro inflacionario del BCH, os aumentos son permanentes en el mes de febrero y han llegado al 8,30%, como ocurrió en 2015.
A partir de ese año, han seguido con aumentos de 6,49%, en 2016, 6,19% en 2017 y 7,15% en 2018.
Este sector social se maneja a la libre oferta y demanda y queda exento del pago de impuestos en casi la totalidad de la operación.
Los analistas del BCH explicaron que los porcentajes pueden ser mayores ya que el promedio incluye los costos del sector público que tiene una matrícula gratuita.
En cuanto a las mensualidades, en especial de escuelas con dos idiomas, el valor es similar, y a veces mayor, al de las universidades privadas en el país.
En cuanto a los ingresos, existe una gran diferencia entre instituciones, pero el Servicio de Administración de Rentas (SAR), proyecta ganancias millonarias en colegios de nivel secundario.
Para analistas económicos el gobierno debería establecer techos de aumento de matrículas, o deducir el gasto educativo anual del pago del impuesto sobre la renta.
Actualmente se reconoce hasta 40.000 lempiras anuales en gastos de educación y salud.