A pesar de los reclamos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la compañía estadounidense de automóviles General Motors (GM) confirmó el avance de la reestructuración masiva en varias plantas que asciende a un total de $3.800 millones.
El plan de la multinacional se basa en recortar la producción y reducir la fuerza laboral alrededor de 15%. Además, se cerrarán siete plantas en todo el mundo, según fuentes oficiales.
“Las acciones que estamos tomando continúan nuestra transformación para que sean altamente ágiles, resistentes y rentables, al tiempo que nos brindan la flexibilidad de invertir en el futuro”, aseguró la presidenta y gerente general de GM, Mary Barra, citada en un comunicado de su despacho.
Según las proyecciones de la compañía, las plantas que sufrirán los cambios anteriormente mencionados serán las ubicadas en Ohio, Michigan, Maryland y Ontario, Canadá, las cuales estarán “sin asignar” en 2019, de acuerdo con información de la cadena Cnbc. Además, reducirá las operaciones en dos plantas de propulsión ubicadas en White Marsh, Maryland y Warren, Michigan.
Además, cesarán sus operaciones en dos plantas adicionales fuera de América del Norte para finales del año entrante.
Sin embargo, la portavoz de la empresa, Stephanie Rice, aseguró vía correo electrónico que, a pesar de que se cierran esas plantas, la firma “no diría abiertamente que están cerrando”. “Cerrar una planta es una cuestión de negociación con el sindicato de trabajadores United Auto Workers”, dijo.
Asimismo, la empresa destacó que sus planes también incluyen la reducción de 25% de su personal ejecutivo. Dicha reorganización generaría ahorros de US$6.000 millones para finales de 2020.