La dramática marcha de inmigrantes hondureños hacia Estados Unidos, que cumple 11 días, obligó al gobierno a presentar un plan de emergencia con soluciones temporales y con un alto costo.
El plan, que sería ejecutado en conjunto con la Asociación de Municipios de Honduras (Amhon), costaría unos 615 millones de lempiras y la mayoría de las medidas son paliativas.
El desglose del uso de los fondos lleva una gran carga burocrática. Por ejemplo se gastarán “88 millones de lempiras” para el retorno (en buses y autos) de los inmigrantes.
Otros cinco millones (4.7) en ayuda humanitaria y asistencia necesaria en la frontera. Es decir unos 93 millones para retornos, de una caravana que salió del país caminando por no tener ingresos.
El plan identifica “5.500 empleos temporales”, por tres meses, que representará un gasto de “165 millones de lempiras”. Se desconoce si ganarán el salario mínimo o se pagará como “empleo por hora” que es uno de los temas centrales en el ingreso familiar.
El empleo sería para limpieza de playas, limpieza de vías, obras de mitigación, limpieza de áreas afectadas por lluvias.
Se agrega un gasto de 18 millones de lempiras para mil personas (niños o adultos), para regreso a la escuela y cursos cortos en actividades técnicas.
El resto de los fondos es para programas de protección social y crédito solidario en el área rural e incluye a retornados, “afectados por lluvias” (algo que es parte de otro programa por los daños a comienzos del mes) y discapacitados.