Debido a los bajos caudales para la generación hidroeléctrica, el Ministerio de Energía y Minas (MEM) declaró en situación de emergencia el Sistema Nacional Interconectado de electricidad durante tres semanas.
La disposición entró en vigencia el fin de semana, según el acuerdo ministerial 165-2023 publicado en el Diario de Centroamérica. El plazo de tres semanas podrá prorrogarse si subsisten las condiciones que originan la declaratoria. La medida afecta las proyecciones de Honduras, que está aplicando racionamientos, y de otros países de la región que esperaban comprarle energía a los generadores guatemaltecos que terminaron contratos con el gobierno.
Según la declaratoria de emergencia, se tomó en cuenta la información del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) respecto a que las condiciones deficitarias de precipitación podrían continuar en los departamentos de Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, Izabal, en los valles de oriente y el norte del altiplano central.
Los valores pronosticados de precipitación para esas áreas en los meses de junio, julio y agosto se encontrarán entre 10% y 20% por debajo de los niveles normales, como consecuencia del fenómeno de El Niño, lo que incidirá de forma significativa en la generación en hidroeléctricas.
¿Qué implica la emergencia?
El ministro de Energía y Minas, Alberto Pimentel dijo que la declaratoria de emergencia brindará mayor flexibilidad operativa al sistema de electricidad para garantizar el servicio y atender las necesidades de la población.
El AMM, que es el operador del sistema, necesita alguna flexibilidad para poder disponer y dar instrucciones a agentes del sector que pueden generar y que tengan capacidad instalada en general, pero a partir de combustibles fósiles, además, la emergencia permitirá tomar las medidas adecuadas para que, sin importar el costo de generación, se pueda contar con generación para garantizar el suministro, dijo Pimentel.
La declaratoria de emergencia detalla las medidas extraordinarias:
Se faculta al AMM a tomar las medidas necesarias para garantizar el suministro y priorizar el abastecimiento de la demanda frente a la operación, al mínimo costo.
También limitar los horarios de mantenimiento para tener disponibles las generadoras que funcionan con recursos naturales y con combustibles.
Debe dar seguimiento al abastecimiento e inventarios de combustibles para las centrales generadoras térmicas y estimar los volúmenes que deberán ser adquiridos, pero también aplicar el criterio de minimizar el costo total de la operación.
Está facultado para restringir las exportaciones de energía, priorizando la disponibilidad para abastecer la demanda local; y puede autorizar la conexión temporal de generadoras a las instalaciones de distribución en lugares donde se tenga dificultad por inestabilidad y regulación de voltaje, lo que debe ser aprobado por las distribuidoras. La Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE) debe fiscalizar todas las medidas adoptadas.
Cae la generación hidroeléctrica
Jorge Álvarez, gerente del Administrador del Mercado Mayorista (AMM) indicó que respecto al promedio histórico de generación eléctrica del 2018 al 2022, en mayo del 2023 se generó 8% menos con hidroeléctricas. Mientras que para el período del 1 al 19 de junio, la baja es 52%. Esa disminución, se ha tenido que sustituir con recursos de generación más caros.
Del 1 al 19 de junio del 2022 las hidroeléctricas aportaron el 66% de la generación para cubrir la demanda, mientras que en el mismo plazo del 2023 representaron solo el 22%.
En tanto la generación con motores reciprocantes (biogás, bunker y syngas) pasó de aportar 1.25% en ese plazo del año pasado, a 9.14% este año. Las turbinas de vapor (que incluyen carbón, biomasa y petcoke -un subproducto derivado del proceso de refinación del petróleo-) pasaron de 14% a 48.8%. También el aporte de la importación subió levemente a 15% del total. Otros recursos como la energía solar, eólica, geotérmica y otras, se mantienen similares.