El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) estimó que, “influenciado por la pandemia de la covid-19”, el saldo de la deuda al final de 2020 de El Salvador alcanzó el 87% del PIB y crecería hasta el 89,4%, “de validarse los resultados de 2021”.
En unos años, advierte el Icefi, la deuda pública de El Salvador “podría alcanzar” el 100% de su Producto Interno Bruto (PIB).
Esta conclusión se desprende del perfil macrofiscal del país centroamericano elaborado por el Icefi para el año 2020, y en el que señaló que la situación de la deuda salvadoreña “ha sido particularmente preocupante” desde hace varios años.
De acuerdo con el centro de análisis, este escenario se podría dar “salvo que exista algún cambio en las finanzas públicas en el corto plazo”.
“La situación del endeudamiento público ha sido particularmente preocupante para El Salvador desde varios años, siendo el país que presenta el mayor endeudamiento en la región centroamericana”, sostiene el organismo no gubernamental.
Agrega que las agencias de calificación de riesgo “han sido conservadoras” respecto a la deuda y “podría afirmarse que están a la expectativa de las decisiones y cambios políticos que ocurrirán en el país en el corto plazo” tras las elecciones de febrero pasado, que favorecieron al oficialismo.
De acuerdo con cifras preliminares del Banco Central de Reserva (BCR) de El Salvador, la deuda pública (externa e interna) del país llegó a $22.625.53 millones al cierre del 2020.
La deuda pública de 2020 es superior en $2.817.18 millones, lo que representa un incremento del 14.22% respecto a los $19.808,35 registrados en 2019. La deuda externa pasó de $9,981.44 en 2019 a 11.152,88 en 2020, una diferencia de 1.171,44 millones y que representa un incremento de aproximadamente el 11,74 %.