El empleo en Estados Unidos aumentó a buen ritmo en julio, mientras que los salarios crecieron más rápido de lo previsto, en consonancia con la sostenida demanda de mano de obra, que está en el origen del renovado impulso de la economía.
Las nóminas no agrícolas aumentaron en 187.000 puestos el mes pasado, tras un incremento similar en junio, según mostró el viernes un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales. La tasa de desempleo bajó inesperadamente a 3,5%, una de las más bajas en décadas.
Las cifras ponen de relieve una economía que avanza gracias a la solidez del mercado laboral. La demanda de nuevos trabajadores sigue siendo saludable, los despidos están disminuyendo y el crecimiento salarial está superando por fin a la inflación, lo que contribuye a renovar la confianza de los consumidores.
Los ingresos medios por hora aumentaron 0,4% respecto a junio y 4,4% respecto al año anterior, ambos por encima de las previsiones. Dicho esto, el crecimiento salarial ha mostrado signos de ralentización, a medida que la oferta y la demanda de trabajadores se equilibran tras años de escasez de mano de obra inducida por la pandemia.
En combinación con una inflación que se mantiene al ritmo más lento en más de dos años, los datos respaldan las crecientes peticiones de que la Reserva Federal pueda controlar las presiones sobre los precios sin inducir una recesión. Los responsables políticos reanudaron las subidas de tipos de interés la semana pasada y dejaron la puerta abierta a más, y las cifras del viernes ayudarán a dar forma a su próxima decisión en septiembre.
Los rendimientos del Tesoro a dos años recortaron las ganancias del día y los futuros del índice S&P 500 subieron. Los operadores asignaron una probabilidad ligeramente menor a que la Fed vuelva a subir los tipos de interés a finales de año.