El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene que la desaceleración de la economía global, así como las medidas de ajuste en las tasas de interés adoptadas por los bancos centrales, permitirán que la inflación vuelva a los objetivos fijados por los institutos emisores globales.
Pero hay riesgo de que aquello no ocurra con la rapidez esperada. Así lo planteó la primera subdirectora gerente del organismo internacional, Gita Gopinath, de visita en Chile para participar en un conversatorio de la Banca Central.
En su ponencia, la economista indio-estadounidense recordó las proyecciones de crecimiento del organismo, que para este año prevé una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 2,8%, seis décimas menor al desempeño del año previo, lo que derivará en un 2024 algo mejor, con una perspectiva de avance de la economía de 3,3%.
“Creo que es justo decir que la inflación en todas partes está bajando, por el lado positivo, alcanzó un máximo en algún momento del año pasado, pero la inflación total está bajando; pero por el lado negativo, la inflación subyacente sigue pegajosa en muchas partes del mundo”, señaló la académica y doctora por la Universidad de Princeton.
Asimismo, dijo que el “desafío” es lograr que la inflación que descuenta los precios de productos volátiles como la energía y los alimentos logre disminuir.
“Este es el año cuando todo el mundo espera que los bancos centrales se acerquen a sus objetivos (de inflación). Pero si miras los pronósticos para un conjunto de países, no se ve que estén alcanzando sus objetivos antes de fines del 2024 o incluso en 2025. Así que ese es un gran desafío que enfrentamos en un contexto donde hay un riesgo de lo que denominamos la fragmentación geo-económica, riesgos climáticos, riesgos en el sector financiero”, recalcó.
Advirtió que no es descartable que puedan repetirse los aumentos de precios de la energía producto de la guerra en Ucrania, la cual “no ha terminado”, planteó Gopinath.
“No es claro que la inflación vaya a bajar como está proyectado. El mercado está particularmente optimista. Si uno mira las cifras, se ven mercados laborales relativamente fuertes en algunos países. También me sorprende que no hayamos visto más tensiones financieras, eso es un riesgo (…) Creo que nosotros estamos mucho más preocupados de que la inflación sea mucho más pegajosa y de los riesgos al alza para la inflación, de lo que uno ve en los mercados”, afirmó.
Situación actual versus 2008
La economista también desestimó que el mundo esté viviendo un escenario similar al de la crisis financiera de 2008-2009.
Lo anterior, en medio de las tensiones que se han generado en los mercados financieros por la caída de algunos bancos, como Silicon Valley Bank y First Republic Bank.
“Lo que vimos en Estados Unidos por ejemplo fue el desenlace de riesgos de tasas de interés, lo que vimos en 2007 y 2008 fueron lo que llamaría un riesgo crediticio, pérdidas crediticias”, partió señalando.
“En la crisis financiera global, los préstamos hipotecarios generaron pérdidas para los bancos. No hemos visto esto porque vemos economías más fuertes hoy respecto a lo que vimos en 2008, no hemos visto un evento de pérdidas crediticias”, agregó.
En segundo lugar, argumentó que la recesión de 2008 fue más extendida por el efecto de ajuste sobre los precios de los activos inmobiliarios, algo que no se percibe hoy.
“Y muy importante, el sector bancario regulado está en una posición mucho más fuerte y sólida que en aquel entonces”, concluyó.