Este año ha sido de eventos inesperados que han impactado al sector financiero con el regreso de la inflación, aumento de tasas de interés y la volatilidad de los mercados, pasando por las acciones, los bonos, las criptomonedas y el sector inmobiliario.
Sin embargo, el ‘Global Banking Annual Review’ 2022 de McKinsey dejó ver que los bancos se recuperaron de la pandemia con un fuerte crecimiento de los ingresos gracias al aumento de los márgenes y los índices de capital.
De hecho, según el informe, en 2022 la rentabilidad de la banca en el mundo alcanzó su nivel más alto en 14 años, con un rendimiento esperado de los fondos propios de entre 11,5% y el 12,5%.
Los ingresos mundiales aumentaron en $345.000 millones, impulsados por un fuerte incremento de los márgenes netos, al subir los intereses tras permanecer durante años en sus niveles mínimos cíclicos.
El análisis de la consultora destaca que, a pesar de las mejoras a corto plazo, el rendimiento de los fondos propios sigue siendo débil. Se encontró que los recientes aumentos de los márgenes han proporcionado rendimientos superiores al costo de los fondos propios solo a 35% de los bancos de todo el mundo.
Distinción entre mercados desarrollados y emergentes
Otro de los hallazgos es que en el sector bancario, la distinción entre mercados desarrollados y emergentes se está volviendo obsoleta. El informe destaca que aunque en Latinoamérica la rentabilidad ha sido estructuralmente superior a la media mundial hace por lo menos una década, para este año la diferencia radica en un 17% con respecto al 15% de la media mundial.
Impacto de la desaceleración de la economía
Se prevé que a medida que la economía desacelere, la brecha entre los bancos se acentuará. Aunque los bancos se enfrentan a una desaceleración del crecimiento a largo plazo, los de Asia-Pacífico podrían beneficiarse de unas perspectivas macroeconómicas más sólidas, mientras que los bancos europeos se enfrentan a un panorama más difícil pues, en caso de una recesión, se estima que la rentabilidad de los fondos propios de los bancos a escala mundial podría caer hasta 7% en 2026, y por debajo de 6% en el caso de los bancos europeos.
Una de las mayores consecuencias sería la concentración del crecimiento en las economías emergentes de Asia, China, América Latina y Estados Unidos. Se proyecta que estas regiones representen cerca de 80% de los US$1,3 billones de crecimiento de los ingresos bancarios entre 2021 y 2025.
Las finanzas sostenibles son un tema central
La emisión de bonos sostenibles representa ahora alrededor de 11% del volumen total del mercado de bonos, según el estudio, mientras que los préstamos sindicados relacionados con la sostenibilidad suman alrededor de 13% del volumen del mercado mundial.
La firma asegura que la “próxima era” de la financiación sostenible ya está aquí y la primera fase se concentra en la financiación de la generación de electricidad con bajas emisiones. Cobrará importancia la transición energética mundial, el crecimiento de la electrificación, la construcción de infraestructuras de transmisión y distribución de energía y la reducción de emisiones en todos los sectores.
McKinsey estima que los bancos podrían facilitar $1,5 trillones adicionales en inversiones para empresas entre 2021 y 2030.
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