En el 2021, la riqueza mundial llegó a $463,6 billones, una cifra difícil de imaginar por la cantidad de ceros y que, a pesar de eso, representa un aumento de 9,8% frente al monto registrado en 2020, y muy por encima de la tasa de crecimiento anual de 6,6% que se venía registrando desde inicios del siglo, según el Global Wealth Report 2022.
Sin embargo, la desigualdad no baja y casi la mitad de la riqueza acumulada a nivel mundial está en manos de 1,2% de la población. Es decir, 62,5 millones de personas controlan cerca de $221,7 billones.
Es la primera vez desde que Credit Suisse hace la medición que los millonarios superan 1% del total. En el 2020 la riqueza aumentó un 7,4%.
Por debajo hay 627 millones de personas, equivalentes a 11,8% de la población adulta, que tienen $176.5 billones, es decir, 38,1% de la riqueza mundial. Este segmento, denominado clase media-alta, agrupa a aquellos con un patrimonio entre $100.000 y $1 millón, y desde inicio del siglo se ha triplicado, si se tiene en cuenta que a inicios de este siglo englobaba 208 millones de personas.
El siguiente grupo, que cubre quienes tienen entre $10.000 y $100.000, es el que más ha crecido, tras pasar de 504 millones en 2000 a casi 1.800 millones el año pasado. Esto, dice el informe, “refleja la creciente prosperidad de las economías emergentes, especialmente China, y la expansión de la clase media en el mundo en desarrollo”. De la riqueza total, 33,8% está en poder los 1.791 millones de ciudadanos en ese rango patrimonial.
La base de la pirámide, como podría esperarse, es la más grande. En este grupo, de quienes tienen menos de $10.000, está más de la mitad de la población (2.818 millones de personas) que, sumadas, tienen una riqueza acumulada de $5 billones equivalente a 1,1% del total.
En otras palabras, mientras 1,2% de la población controla 48% de la riqueza, 53% de las personas tienen 1,1% de los recursos totales.
El futuro de la riqueza
De acuerdo con Credit Suisse, el escenario de inflación y aumento en las tasas de interés impacte de manera negativa el valor de los activos en el corto plazo, lo que posiblemente llevará a una caída de la riqueza significativamente mayor a la nominal. “Sin embargo, dado que la inflación reducirá al mismo tiempo la deuda pública real, es posible que se produzca una corrección del equilibro alterado entre la riqueza pública y la privada que se observó durante la pandemia”.
La proyección del informe es que la riqueza mundial aumente 36%, o $169 billones, para 2026, con impulso especial de los países de ingresos medios. Además, el número de millonarios superaría las 87 millones de personas en los próximos cinco años.