Partidarios del expresidente Jair Bolsonaro invadieron las sedes de los tres poderes del Estado
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció el domingo una intervención federal en la seguridad pública de la capital hasta el 31 de enero de este año, luego de que extremistas partidarios del expresidente Jair Bolsonaro invadieran las sedes de los tres poderes del Estado en Brasilia.
Lula, que se encuentra en Araraquara, en el estado de Sao Paulo, dijo que los implicados, a los que calificó de “fascistas y fanáticos”, serán identificados y castigados.
“Creemos que hubo falta de seguridad y quiero decirles que todas las personas que hicieron esto serán encontradas y serán castigadas”, dijo. “La democracia exige que la gente respete las instituciones que se crearon para la democracia”, añadió.
Efectivos de la seguridad del Tribunal Supremo Federal y de fuerzas de choque de la Policía Militar del Distrito Federal consiguieron recuperar el control de la sede del Tribunal a media tarde y no fue hasta principios de la noche cuando retomaron el control del Congreso empleando medios antidisturbios y granadas aturdidoras, informa O Globo.
También desplazaron a los manifestantes del Palacio de Planalto, el palacio presidencial, aunque los manifestantes continúan concentrados en la conocida como Explanada de los Ministerios comunica todos estos edificios, ahora contenidos por un cordón de seguridad de los agentes.
Hasta ahora las autoridades brasileñas han informado de que fueron detenidas 30 personas, aunque algunos medios informan de que los arrestados podrían superar ya ampliamente el centenar.
Los detenidos se encuentran en dependencias de la Policía Civil del Distrito Federal, concretamente en el Departamento de Policía Especializada, donde se espera la llegada de más sospechosos.
La mayoría están siendo arrestadas por el Artículo 359-M del Código Penal, que prevé entre 4 y 12 años de prisión por “tentativa de destitución de un gobierno legítimamente electo”.
Manifestantes irrumpen en el Congreso y Palacio Presidencial
En horas tempranas, miles de simpatizantes del expresidente brasileño rompieron las barreras de seguridad en la capital de Brasilia e invadieron el Congreso, la corte suprema y el palacio presidencial.
Las imágenes de televisión mostraron a una multitud de alborotadores rompiendo el perímetro de seguridad en el Congreso y otras ramas del gobierno en un evento similar a la invasión del Capitolio de los EE UU el 6 de enero de 2021.
“Repudio con vehemencia estos actos antidemocráticos, que deben someterse urgentemente al rigor de la ley”, dijo en Twitter el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, también reaccionó en un trino: “Toda mi solidaridad a Lula da Silva
y al pueblo del Brasil. El fascismo decide dar un golpe. Las derechas no han podido mantener el pacto de la no violencia. Es hora urgente de reunión de la OEA si quiere seguir viva como institución y aplicar la carta democrática”.