El presidente del Banco Central de Honduras (BCH), Wilfredo Cerrato, salió al paso a los cuestionamientos sobre la efectividad de la política monetaria, al señalar que las medidas adoptadas han generado el crecimiento de la economía.
Economistas y empresarios han cuestionado la falta de control de la inflación, la mayor devaluación de la moneda y el temor de un alza en la Tasa de Política Monetaria (TPM), que determina las tasas de interés en el sector financiero.
Al respecto, Cerrato señaló que los términos de inflación y crecimiento económico no pueden ir a la par, ya que el primero depende de la política monetaria y el segundo de la política fiscal.
“Por Ley el Banco Central debe controlar la inflación, por Ley la Secretaría de Finanzas maneja la Política Fiscal, pero aquí es, no quiero decir que no es responsabilidad mía o es responsable el otro, no. Lo que quiero decir es que hay que crear un balance, hay una línea bien fina entre crecer y que la inflación no se vaya para arriba”, explicó.
Si quiere, agregó, mire el ejemplo de Estados Unidos que está creciendo más de lo esperado, pero ya su reserva federal empieza a tomar medidas porque a la par del crecimiento se le está yendo de las manos la inflación.
Recordó que a pesar del riesgo de aumento al precio del petróleo y la inflación, el gobierno decidió “soltar más dinero al mercado a través del programa de vivienda”.
Este programa generó mayor empleo y reactivación del sector de la construcción con más de 1.700 millones de lempiras en créditos nuevos y generando “solo un poco de presión en la inflación”.
Señaló que la liquidez bancaria ha crecido un 7% en los últimos dos años, pero ha sido por mayor ahorro del público y eso genera también mayor actividad económica.
Destacó que la inflación se mantiene en el rango estimado de 5% anual (3,48% al mes de octubre).
Sobre la TPM, actualmente de 5,50%, dijo que el Directorio del BCH ha decidido mantenerla a pesar de las presiones externas de competitividad que ha llevado a otros países vecinos a revisarla hacia arriba.
Sobre la devaluación, que supera el 2,7%, es menor a la de los países vecinos. Sin embargo, el FMI estimaba que la depreciación de la moneda se mantendría en 1,2% este año.