La Organización Mundial del Comercio dijo que los aranceles estadounidenses a los productos chinos violan las reglas internacionales, lo que socava la guerra comercial del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra Pekín, que se tradujo en la imposición de aranceles por parte de Washington a más de $400.000 millones de exportaciones chinas.
El martes, un panel de tres expertos en comercio declaró que Estados Unidos violó las reglas internacionales cuando impuso aranceles a los productos chinos en 2018.
Si bien el fallo refuerza las afirmaciones de Pekín de que la guerra comercial de Trump eludió las reglas de la OMC, Washington puede vetar la decisión presentando una apelación dentro de los próximos 60 días.
Esto se debe a que la Administración Trump ya ha paralizado al órgano de apelación de la OMC, una táctica que ha vuelto ineficaz al principal árbitro comercial del mundo.
La disputa se centra en el uso por parte de la Administración Trump de una ley comercial estadounidense de la década de 1970 para lanzar unilateralmente su conflicto comercial contra China en 2018.
China alegó que los aranceles violaban la disposición de trato de la nación más favorecida de la OMC porque las medidas no proporcionaron el mismo trato arancelario que Estados Unidos otorga a las importaciones de todos los demás miembros de la organización comercial.
China también alegó que los aranceles violaron una norma clave de solución de diferencias que exige que los países primero busquen el recurso del órgano de solución de diferencias de la OMC antes de imponer aranceles de represalia contra otro país.
Los aranceles estadounidenses contra China fueron autorizados en virtud del artículo 301 de la Ley de Comercio de 1974, que faculta al presidente para imponer aranceles y otras restricciones a la importación cada vez que un país extranjero imponga prácticas comerciales desleales que afecten el comercio estadounidense.
El Gobierno de Trump ha afirmado que los aranceles estadounidenses eran necesarios para enfrentar las violaciones generalizadas a los derechos de propiedad intelectual y las políticas de transferencia forzada de tecnología por parte de China.
Aunque el uso de la Sección 301 no tiene precedentes, la disposición quedó inhabilitada en la década de 1990 después de que EE.UU. acordara seguir primero el proceso de solución de diferencias de la OMC antes de desencadenar cualquier medida comercial de represalia de acuerdo con la Sección 301.