Las pérdidas de la Reserva Federal superaron la marca de los 100.000 millones de dólares, mostraron datos del banco central publicados esta semana, y es probable que aumenten mucho más antes de que cesen los números rojos.
El banco central estadounidense sigue pagando más en costos de intereses de lo que recibe por los bonos que posee y los servicios que brinda al sector financiero.
Si bien existe una considerable incertidumbre sobre cómo se desarrollará todo, algunos observadores creen que las pérdidas de la Fed, que comenzaron hace un año, podrían llegar a duplicarse antes de disminuir.
William English, ex alto funcionario del banco central que ahora trabaja en la Universidad de Yale, dijo que prevé una pérdida “máxima” de alrededor de 200.000 millones de dólares para 2025. Derek Tang, de la firma de pronósticos LH Meyer, dijo que es probable que la pérdida esté entre 150.000 millones y 200.000 millones de dólares para el próximo año.
La Reserva Federal reconoce sus pérdidas en lo que llama un activo diferido, una medida contable que cuenta lo que eventualmente tendrá que cubrir en el futuro antes de poder volver a su práctica normal de devolver sus ganancias al Tesoro.
La pérdida de dinero es una situación muy inusual para la Fed. Pero al mismo tiempo, el banco central ha advertido muchas veces que la situación no afecta de ninguna manera su capacidad para conducir la política monetaria y lograr sus objetivos.
Que la Reserva Federal pierda dinero no ha sido una sorpresa dada su agresiva campaña de aumentos de las tasas de interés, que ha llevado al tipo de referencia a un día desde el nivel cercano a cero en marzo de 2022 a su rango actual de 5,25%-5,50%.
Cuando la Reserva Federal deje de perder dinero, pasarán años antes de que pueda retirar el activo diferido de sus libros y comenzar a devolver efectivo al Tesoro. En 2022, la Fed devolvió 76.000 millones de dólares, después de retornar 109.000 millones de dólares en 2021.