La revisión anual del salario mínimo se ha convertido en un problema para los egresados de educación universitaria que reciben similar ingresos a los que no han estudiado o tiene estudios medios.
Y es que el salario mínimo se aplica por 11 tipos de actividades económicas y el salario sube de acuerdo al número de empleados y no por su nivel académico.
Por ejemplo, un estudiante universitario de la carrera de administración que trabaja hoy en el sector financiero, devengará un salario mínimo similar al de una aseadora sin estudios o un motorista con educación primaria.
El salario mínimo actual en el sector financiero, para una empresa con al menos 10 empleados, es de 8.746 lempiras. Si la compañía cuenta con 150 o más obreros paga 10.793 lempiras al mes
“El modelo salarial hondureño funciona con salarios mínimos determinados cada año, el salario mínimo tiene un problema y es que igual vale para un analfabeta, una persona de sexto grado o de educación universitaria”, señala el economista Rutilio Perdomo.
“Entonces la juventud perdió el interés de ascender socialmente, la educación era el ascensor social, entonces hoy la juventud dice: para qué voy a estudiar si voy a ganar lo mismo que gana una analfabeta”, agrega el
Coordinador de Investigaciones del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh).
Urge nueva política salarial
Para Perdomo, es necesario hacer un cambio importante en el sistema de remuneración, tal como existe en México o en Costa Rica, que se base en la escolaridad o en la capacidad técnica de la persona.
“Necesitamos un salario que se determine por la escolaridad, pero aquí hay licenciados en economía, ganando 10 mil lempiras y ese es el salario para las personas que no tienen educación”, apuntó.
Otras carreras, como periodismo, abogacía y medicina, tienen un salario determinado por arancel y eso es otra alteración en el mercado, señala analistas del Colegio de Economistas de Honduras (CHE).
La aprobación gubernamental del salario por hora, como intento para fomentar el empleo, es otro problema que impide a las personas a devengar lo suficiente para vivir en forma digna.
La empresa privada tampoco genera muchas alternativas sobre el tema al limitarse a pagar, en la mayoría de los puestos operativos, salarios muy cercano al mínimo aprobado por el gobierno.