En el Día Internacional de las Remesas, este viernes 16 de junio, las propias plataformas de envío de dinero reconocen que la falta de transparencia en el cobro de tarifas, encarece los envíos generando pérdidas para los emisores y ganancias para los intermediarios.
Sólo desde Estados Unidos, los emisores de remesas pierden cada año más de “2.200 millones de dólares” por la falta de transparencia en la cadena de pago, según revela un informe de la plataforma Wise.
En Latinoamérica el mayor afectado es México, el principal destino de remesas desde EE UU.
A nivel global, con 61.000 millones de dólares México es el segundo país receptor de remesas del mundo, solo superado por India, con 111.000 millones de dólares, de acuerdo a datos del Banco Mundial correspondientes a 2022, año en que circularon un total 647.000 millones de dólares, un 8 % más que 2021.
Diana Ávila, a cargo de Banca y Expansión de Wise, destacó que esa falta de transparencia no ayuda a lograr la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por las Naciones Unidas, entre los que está el compromiso de reducir el costo de las remesas al 3% o menos para el año 2030.
La ejecutiva explicó que ese proceso va demasiado lento y que en Estados Unidos los costos actuales han estado por arriba del 5% en los últimos tres años y por ello es importante que los “Gobiernos apoyen esta meta para que las remesas puedan tener un mayor impacto positivo”.
Como explica el reporte, el costo de una transferencia de dinero básicamente consta de una tarifa inicial y una tarifa de conversión de moneda. En la práctica, “ese segundo componente permanece oculto para los consumidores, ya que se incluye en un tipo de cambio inflado que la mayoría de la gente desconoce”. En el caso de Honduras es de 0.12 centavos de lempira, antes era de 0.17 centavos.
Ávila sugirió por ello que “todos los proveedores de la industria se comprometan a utilizar una tasa de intercambio con un punto de referencia en tiempo real, proporcionada por fuentes acreditadas e independientes, bancos centrales u otra entidad gubernamental”.
De igual modo, planteó que en aras de transparencia los operadores estén obligados “a restar los cargos de la cantidad enviada, en vez de sumarlas por encima”. “Al hacer esto, las cantidades enviadas, las tarifas, y las cantidades recibidas serían las métricas estándar que los consumidores pueden utilizar para comparar a los proveedores de la misma manera”, añadió.