El Banco Central de Honduras (BCH) actualizó la cifra de reservas internacionales netas (RIN), al 4 de noviembre, a 8.155 millones de dólares, una baja de 562 millones de dólares en relación a diciembre del año pasado cuando se acumulaba 8.677 millones de dólares.
Las Reservas Internacionales consisten en depósitos de moneda extranjera controlados por los bancos centrales, que funcionan como un indicador económico de la capacidad del país para financiar sus importaciones (compras en el extranjero). Además fortalecen la moneda nacional evitando devaluaciones y presiones inflacionarias.
Según los datos del Banco Central, la cobertura al 4 de noviembre es de “5.8 meses”, muy lejos de los 7.3 meses de cobertura al 30 de diciembre de 2021. Al 27 de enero de este año, la cobertura de importaciones era de 7 meses, según la metodología del Fondo Monetario Internacional.
Al momento se asumir la presidencia, Xiomara Castro, el saldo de las RIN se ubicó en $8,536.7 millones, menor en $140.9 millones al observado al cierre de 2021. En ese momento se atribuía la baja a los menores depósitos por encaje (bancario), servicio neto de deuda y venta de divisas.
Al 27 de octubre anterior, el saldo estaba en $8,217.2 millones, menor en $460.4 millones al de diciembre de 2021, atribuido principalmente por servicio de deuda y venta de divisas.
Este año la demanda de dólares es mayor al ingreso. La venta de divisas, por los agentes cambiarios, fue de $14,785.5 millones al 27 de octubre (mayor en 20,6% en comparación a la misma fecha del año previo). Este dinero es destinado primordialmente a importaciones de bienes ($12,034.1 millones).
Por su parte el ingreso de divisas ascendió a $14,564.5 millones (superior en 14%), los cuales se derivaron esencialmente
por remesas familiares ($7,132.5 millones) el 49% del total de ingresos y registra un aumento interanual de 19,3%.
Intervención del BCH
Para Helmis Cárdenas, presidente del Colegio Hondureño de Economistas, el desbalance en las divisas significaría “que las entradas de divisas normales no han estado siendo suficientes para satisfacer las demandas, lo que implicaría que el Banco Central tendría que estar pendiente para, si es necesario, intervenir para abastecer de divisas el mercado y tratar de evitar que esto constituya un atraso para los inversionistas, para los empresarios para poder abastecerse de materias primas”.
“No necesitamos que el Banco Central intervenga para controlar el tipo de cambio, pero si esto se convierte, la falta de divisas, en un problema para abastecerse de materia prima (importaciones) nos va a afectar también la producción y el empleo y eso sí necesitamos evitarlo”, opinó.