Por Agencias/Dinerohn
Arabia Saudita, líder de facto de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y Rusia, su mayor aliado fuera del grupo, descartaron un incremento inmediato adicional en la producción de crudo, rechazando los pedidos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que se tomen medidas para enfriar el mercado.
“No influyo en los precios”, dijo el ministro de Energía de Arabia Saudí, Khalid al-Falih, a periodistas en Argel, donde los ministros de energía de la OPEP y fuera de la OPEP se juntaron para una reunión que finalizó sin recomendaciones formales de algún incremento adicional de suministros.
El precio del crudo de referencia Brent alcanzó este mes los $80 dólares, lo que provocó que Trump volviese a pedir el jueves a la OPEP que hiciese bajar los precios.
El repunte en el precio fue causado principalmente por la disminución en las exportaciones de petróleo del miembro de la OPEP Irán, tras nuevas sanciones que le impuso Estados Unidos.
Falih dijo que Arabia Saudí tenía capacidad adicional para aumentar la producción de petróleo, pero indicó que por el momento no era necesario hacerlo.
“La información que tengo es que los mercados están adecuadamente abastecidos. No sé de ningún refinador en el mundo que esté buscando petróleo y no pueda obtenerlo”, dijo Falih.
La declaración de Trump no fue la primera crítica del mandatario estadounidense a la OPEP. El encarecimiento de la gasolina para los consumidores estadounidenses podría crearle un dolor de cabeza al líder republicano antes de las elecciones legislativas de mitad de mandato.
Irán, el tercer mayor productor de crudo de la OPEP, acusa a Trump de haber orquestado la escalada del precio del petróleo al imponer sanciones a Teherán y acusó a su enemigo histórico Arabia Saudí de someterse a las presiones de Estados Unidos.
Poniendo el foco en el 2019.
Un pronóstico de mediano plano difundido por la OPEP pronostica que la oferta de crudo de países que no integran la organización liderados por Estados Unidos crecerá 2.4 millones de barriles por día (bpd) en 2019, mientras que la demanda mundial solo se incrementaría 1.5 millones de bpd.
“Nuestra atención está virando hacia 2019. Nos han informado sobre la perspectiva de un crecimiento de los inventarios en 2019 como resultado del significativo incremento del suministro por parte de países que no son miembros (de la OPEP)”, dijo Falih.
El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, dijo que no era necesario un aumento inmediato de la producción, aunque creía que la guerra comercial entre China y Estados Unidos, y las sanciones de Estados Unidos contra Irán, estaban creando nuevos desafíos para los mercados petroleros.
“La demanda de petróleo estará cayendo en el cuarto trimestre de este año y en el primero del próximo año. Hasta ahora, hemos decidido ratificar nuestros acuerdos de junio”, dijo Novak.
Buscando revertir una caída de los precios del petróleo que comenzó en 2014, OPEP, Rusia y otros aliados decidieron a fines de 2016 reducir el suministro de crudo en unos 1.8 millones de bpd.
En junio de este año, sin embargo, tras meses de recortes mayores a los pactados, y mayormente por la menor producción no voluntaria en Venezuela y otros países, acordaron incrementar el suministro volviendo al cumplimiento del 100 % de lo pactado.
Eso equivale a un incremento de alrededor de un millón de bpd, pero los últimos datos muestran que todavía les falta un trecho para cumplir con ese objetivo.
En agosto, la OPEP y sus aliados recortaron la producción en 600.000 bpd más de lo que requería su pacto, principalmente como resultado de la caída de la producción en Irán ya que los clientes en Europa y Asia redujeron las compras antes de la fecha límite de sanciones de Estados Unidos.
La próxima reunión del comité de monitoreo del pacto entre la OPEP y otros productores de crudo tendrá lugar el 11 de noviembre en Abu Dabi.