En los últimos años ha logrado diversificar su producción y hacer negocios justos y rentables en el mercado formal
La Labor, Ocotepeque. Nelson Pineda nunca imaginó que, de pronto, la vida le sonreiría de una manera tan especial. Apenas unos años atrás, obtenía ganancias mínimas pero hoy, estas se le han multiplicado.
Le preguntamos cuál fue la clave del éxito y respondió: “haber tomado decisiones oportunas en el momento oportuno, haber dado ese paso hacia la formalización en busca de un mercado seguro que garantizara ganancias justas para todos”.
En sus inicios solo producía zanahoria y papa pero gracias a la asistencia técnica que ha recibido por parte de organizaciones como World Vision Honduras y empresas como Walmart Centroamérica, ha logrado diversificar la producción y con ello aumentar sus ganancias.
Nelson reside en el sector de La Granadilla, municipio de La Virtud, en el departamento occidental de Ocotepeque. Esta pequeña comunidad, de menos de 10,000 habitantes que residen en 8 aldeas y 44 caseríos, es una de las prósperas de la región por su abundante agua y altura (casi 1,000 metros sobre el nivel del mar).
En la actualidad, Nelson tiene cultivadas unas 8.3 manzanas con productos como zanahoria, papa y ahora también con remolacha y pataste.El crecimiento ha sido exponencial. Al inicio solo tenía un par de empleados pero ahora dispone de una fuerza de trabajo de 12 personas, entre ellas 4 mujeres que laboran en el área de maquila de plantas.
En tiempos de cosecha, las contrataciones se incrementan, generando mucho empleo e ingresos justos y prosperidad para la comunidad.
Meses atrás y como parte del apoyo recibido por Walmart y World Vision, Nelson pudo instalar un moderno y eficiente invernadero para maquilar plantas, el cual es operado por cuatro mujeres que son una prueba fehaciente de que no hay límites para el empoderamiento femenino.
Nelson ofrece sus productos al mercado formal desde el año 2017 y en apenas tres años, afirma que es la mejor decisión que ha tomado porque le garantiza: un mercado seguro, precios justos para el productor,el detallista y el consumidor y asistencia técnica para diversificar e incrementar la producción.Ante la necesidad de los productores de potenciar sus negocios, Walmart de Centroamérica creó en el año 2004 el programa Tierra Fértil, el cual tiene como objetivo insertar a los agricultores a un mercado seguro y obtener precios justos por sus productos de calidad.
“Antes cosechaba grandes cantidades de productos, pero recibiría poco dinero porque lo entregaba al mercado informal, donde no hay estabilidad de precios”, recuerda Pineda. “Ahora si tengo un mercado seguro, desde 2017 mi vida no es la misma, la oportunidad que se me dio las upe aprovechar y solo he ido escalando”, expresó, mientras voltea su rostro hacia el cielo, dando gracias al Creador por sus beneficios.
Una joven trayectoria
Pineda, de 37 años de edad, está casado con Ana Hernández y juntos han procreado a tres hijos: Edwin 17 años, Esteban de 12 y Francisco de apenas un año de edad. Tienen casa propia, pero por la difícil accesibilidad a la carretera internacional, tiene planes de construir una nueva vivienda cerca de sus parcelas de cultivos.
Su horario de trabajo es de 5:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, es decir, de sol a sol, “pero siempre hay tiempo para divertirse, compartir con la familia y salir de paseo”, asegura el dinámico padre quien afirma tener corazón de niño.
Los productos que lleva a la planta de Hortifruti, ubicada en San Pedro Sula, son llevados a las tiendas Walmart, Paiz, Maxi Despensa y Despensa Familiar en el norte y occidente del país
Mencionó que le encanta disfrutar de las bajas temperaturas que se presentan en Ocotepeque y que a menudo sale con su familia por las montañas aledañas para distraerse y olvidarse un rato de lo cotidiano.
Pineda se caracteriza por el esfuerzo, entrega y calidad de servicio, ya que no solo ve por su propio bien, sino por el de sus vecinos y conocidos.
“Actualmente tengo 12 trabajadores, hay temporadas que este número se eleva a 20, dependiendo de la demanda de mano obra que requieran mis siembras”, expresó.Destacó que la vida le ha sonreído de una manera muy especial, cuando era un joven, su medio de transporte era a caballo, en ocasiones le tocó andar a pie.
“Ahora tengo tres carros, uno de carga para trasportar el producto, uno para transportar a los trabajadores y otro para salir de paseo con la familia”, concluyó.