Alerta cómo el panorama político está siendo una amenaza para la estabilidad económica regional
Un total de seis países latinoamericanos se encuentran en la mira de alertas de calificadoras de riesgo, que han analizado cómo el panorama político en esas naciones significa una amenaza directa para la economía regional.
Mediante un informe llamado el “Descontento social y político amplifica los riesgos crediticios en América Latina”, Moody’s indica que los riesgos sociopolíticos se han vuelto cada vez más prominentes en Latinoamérica, lo que deriva en descontento social por el alto costo de la vida y la falta de acceso a servicios sociales, así como en crecientes tensiones políticas.
“Los crecientes riesgos sociales y políticas presentes en América Latina se han convertido en factores cada vez más relevantes de los riesgos crediticios para los emisores en la región a través de riesgos de gobernabilidad; cambios de políticas e intervención gubernamental; canales de transmisión que impactan el desempeño económico y la volatilidad financiera”, agregó Ariane Ortiz-Bollin, Vice President – Senior Credit Officer y coautora del informe.
Bajo este escenario base, el estudio profundiza en las situaciones particulares de Argentina, Chile, Colombia, Perú, Brasil y México.
En Argentina, por ejemplo, la calificadora de riesgo global explica que la volatilidad financiera y los cambios de política representan los principales canales crediticios de los riesgos políticos de Argentina (Ca, perspectiva estable). “La inestabilidad económica afecta su calidad crediticia soberana, bancaria y corporativa. Argentina está altamente expuesta a riesgos de gobernabilidad”, se lee en el informe oficial.
Y es que, por esto, Moody’s Investors Service rebajó en marzo la calificación de la Argentina a Caa3, el tercer puntaje más bajo con una perspectiva estable. Pero, también lo han hecho otras calificadoras, pues S&P Global Ratings calificó al país dos niveles más altos con una perspectiva negativa.
Con esto, Argentina tuvo una baja de dos escalones en su calificación, pasó de CCC a C por Fitch. “La calificación C refleja la opinión de Fitch de que un impago es inminente”, dijeron en su momento los analistas de Fitch Ratings.
Por el lado de Brasil, los cambios de políticas en el país, que se encuentra actualmente con una calificación de Ba2, perspectiva estable por parte de Moody’s, podrían derivar en la intervención del gobierno en las empresas estatales y los bancos gubernamentales. “Los cambios en la administración y el directorio de Petrobras, por ejemplo, indican una posible intervención en la estrategia comercial, el programa de venta de activos y las políticas de fijación de precios”, dice el informe.
En Chile, la calificadora crediticia señala que, a pesar de la sólida gobernabilidad, los riesgos sociales allí son moderadamente negativos. Las ramificaciones políticas derivadas del malestar social han cambiado el debate nacional y la agenda política de Chile. A medida que el gobierno busca abordar las demandas sociales de una mejor calidad y cobertura de servicios, los sectores más expuestos a los cambios de políticas incluyen bancos, empresas mineras y proyectos de energía. Actualmente Chile tiene una calificación de A2, perspectiva estable.
En el caso de México, Moody’s dice que el riesgo en ese país está siendo actualmente los cambios en la matriz energética, lo que está frenando la inversión privada en el sector.
“Para las empresas públicas Pemex y CFE ha aumentado la dependencia del apoyo recurrente del gobierno. Las preocupaciones por la violencia y la seguridad también limitan el crecimiento económico y de la inversión en México”, dice Moody´s en su informe. Los cambios en la política energética de México (Baa2, perspectiva estable) han frenado la inversión privada en el sector, particularmente en energías renovables.
En Perú recalca que, un resurgimiento de las protestas sociales, crearía riesgos de gobernabilidad, lo que representaría una amenaza para emisores soberanos, bancarios, turísticos y minoristas. “La escalada de protestas y las interrupciones operativas representan riesgos para los activos de infraestructura crítica y los nuevos desarrollos del país”, indica Moody´s, quien le otorgó a Perú una calificación crediticia de Baa1, perspectiva negativa.
En Colombia, que actualmente no cuenta con grado de inversión, Moody´s dice que “la ambiciosa agenda de reformas del gobierno intensifica el riesgo de cambios de políticas, lo que afecta la confianza de los inversionistas”
El informe agrega que si bien “las propuestas de reformas abarcan las empresas públicas, los bancos, las empresas, las carreteras de peaje, las empresas eléctricas y las empresas de servicios públicos, los entornos institucionales sólidos actuarán como frenos y contrapesos, lo que limitará el riesgo de cambios radicales”.