La calificadora de riesgo pasó la nota del país de CCC+ a B-, al reestructurar la deuda de corto plazo
La calificadora de riesgo S&P Global Ratings mejoró la nota de deuda soberana de El Salvador un escalón, al pasarla de CCC+ a B-, señalando que el programa de reestructuración de la deuda de corto plazo reducirá el riesgo de un impago.
“Elevamos nuestras calificaciones crediticias soberanas de El Salvador porque consideramos que el reciente programa del gobierno para refinanciar gradualmente su deuda de corto plazo con bancos locales reducirá las necesidades de refinanciamiento y mitigará el riesgo de un incumplimiento en los próximos dos años”, recalca la calificadora que en junio del año pasado había bajado la nota señalando que los esfuerzos de “consolidación fiscal” habían resultado insuficientes.
S&P destaca el “amplio proceso de reperfilamiento” desde la recompra de deuda del año pasado, el canje de la deuda previsional (que recalca que fue en dificultades) y la reestructuración que propuso la banca en agosto pasado, y que fue aprobada por el Ministerio de Hacienda en septiembre.
Esta propuesta busca pasar la deuda de corto plazo (menos de un año) a mediano y largo plazo (de 2 a 7 años) y siempre sería adquirida por la banca local. Hacienda señaló que esta operación no incrementaría la deuda del país.
Los cambios
Para S&P la estrategia de refinanciamiento de la deuda de corto plazo será de unos $1.400 millones de los $2.800 millones de Letras del Tesoro (LETES) y Certificados del Tesoro (CETES) que existen.
Hasta junio, la deuda de LETES y CETES sumaba, según datos del Ministerio de Hacienda, $2.656.7 millones y esta implicaba un 8,2% del producto interno bruto (PIB).
“Según la reestructuración, el gobierno reembolsa en su totalidad todas las letras pendientes a corto plazo en su fecha de vencimiento actual. Al día siguiente, emite una nueva obligación de deuda (con vencimientos más largos, de dos, tres, cinco o siete años) que podría ser adquirida por el mismo banco”, señala la calificadora.
Esa emisión más larga implicará una mayor tasa de interés, en lugar de pagar 8,25% como pagaban anteriormente pagarán 9,75% para la deuda a 7 años e implicará una reducción de la deuda a corto plazo a unos $1.700 millones.