La agencia calificadora de riesgo país Standard & Poor´s Global Ratings (S&P), mejoró la calificación crediticia soberana de largo plazo en moneda extranjera de Guatemala pasando de ‘BB-‘ (perspectiva positiva) a ‘BB’ (perspectiva estable), aparte de afirmar la calificación crediticia soberana de largo plazo en moneda local de ‘BB’ y la calificación crediticia soberana de corto plazo de ‘B’. La perspectiva de las calificaciones de largo plazo es estable.
La mejora de la calificación se fundamenta en la resiliencia mostrada por la economía guatemalteca; la estabilidad macroeconómica de larga data; el buen desempeño fiscal que se ha manifestado en déficit fiscales bajos y un aumento gradual en los últimos años de la carga tributaria, lo que ha coadyuvado a un manejo macroeconómico cauteloso, asegura el Gobierno.
Adicionalmente, en el comunicado se señala, que la calificación crediticia podría incrementarse en los próximos meses si se afianzan las mejoras institucionales que apoyan el fortalecimiento del marco regulatorio y legal del país, que conlleven a una mejora en la confianza de los inversores y el clima de negocios; así como que se mantenga el fuerte impulso económico y las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.
La calificación que brinda Standard & Poor’s, influye en la generación de inversión nacional y atracción de inversión extranjera, lo cual genera mayores ingresos y oportunidades de empleo para los guatemaltecos, dando cumplimiento al primer pilar del Plan General de Gobierno, denominado: Economía, Competitividad y Prosperidad, el cual busca fortalecer el crecimiento económico y el aumento significativo de las fuentes de empleo sostenible.
Lo bueno y lo riesgoso
Al referirse a los escenarios, menciona que la calificación podría bajar durante los próximos seis a 18 meses si un desempeño económico peor al esperado o tensiones políticas inesperadas socavan la trayectoria de crecimiento del producto interno bruto (PIB) a largo plazo de Guatemala.
En el escenario al alza, las calificaciones podrían aumentar si en el mismo lapso, los desarrollos políticos elevan la confianza de los inversionistas, lo que llevaría a un crecimiento económico mayor al esperado, unido al progreso gradual en el fortalecimiento del marco regulatorio y legal del país para reducir las incertidumbres y fortalecer el estado de derecho.
La firma argumenta que la mejora a a ‘BB’ se basa en la economía resiliente de Guatemala y la estabilidad macroeconómica, pero también refiere que “las calificaciones incorporan nuestra visión de sus instituciones públicas aún en desarrollo y un entorno político desafiante que limita la eficacia de la formulación de políticas”.
Agrega que la adopción de medidas adicionales para promover el crecimiento a largo plazo y abordar las elevadas necesidades sociales, sería clave para reducir sustancialmente el alto nivel de pobreza del país.
Mientras que constituyen fortalezas crediticias relativas para manejar las volátiles condiciones económicas externas, la sólida posición externa de Guatemala, la moderada deuda del gobierno general con respecto al PIB y la sólida política monetaria, según el documento.