De acuerdo con medios españoles, existe interés de los operadores regionales, Millicom-Tigo y América Móvil-Claro, de hacerse con las operaciones de Telefónica.
La empresa española confirmó a la Comisión de Valores de España que se “encuentra en proceso de negociación para la venta de sus activos en Centroamérica”.
Las operaciones de Telefónica en Centroamérica le generaron ingresos, en 2017, por 890 millones de euros y el OIBDA (la utilidad de operación antes de la depreciación y amortización), sumó 263 millones de euros.
Sus principales competidores, Claro y Tigo, tendrían un interés natural por hacerse con los activos y quedarse sin competencia, algo que deberán analizar las autoridades de cada país.
Fuentes de Telefónica han reconocido a EL MUNDO el interés reciente por las desinversiones en un intento de reducir la deuda, aminorada en los últimos años pero aún próxima a los 44.000 millones de euros.
Reportes, de Expansión y el Economista”, hablan de que la compañía se desprendería de activos en el istmo, en dos bloques.
Por una parte, la compañía podría vender sus activos en Guatemala y El Salvador a América Móvil, cuyo principal accionista es el millonario mexicano Carlos Slim.
La otra rama de la desinversión afectaría al negocio de Telefónica en Costa Rica, Nicaragua y Panamá, donde el grupo Millicom está situado entre los candidatos a la compra.
Centroamérica ya ha sido objeto de desinversiones de Telefónica.
En 2013, la empresa española se deshizo de un 40% de sus activos en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Panamá. Corporación Multi Inversiones, un grupo familiar pero multinacional, entró en esos activos en una operación que entonces se valoró por alrededor de 380 millones de euros.
Telefónica llegó a Centroamérica en 1998, cuando se inició la privatización del sector en El Salvador. Sus actuales divisiones de móviles en El Salvador, Guatemala, Nicaragua y Panamá rondan el 60%.
En los últimos tiempos, el único activo del que se han desprendido Telefónica es su compañía de infraestructuras de telecomunicaciones Telxius, mediante una venta del 49,9%.
Su gran desinversión previa, la de O2 en Reino Unido, fue bloqueada por la Comisión Europea, ya que supondría “precios más altos y menos opciones de elegir” para los consumidores británicos.